Posted On 29/07/2025 By In headline, PEREGRINA 2025, SlideInicio With 40 Views

Goyesca temporada 1929

Hace ya la friolera de 96 años que se organizó una corrida Goyesca en nuestro coso San Roqueño, fue en la temporada de 1929donde además de esa primera corrida que se celebra en 7 de Julio se celebra también la de la Peregrina el 11 de agosto de esa misma temporada.

Para la Goyesca se celebra una mixta con dos novillos de Muriel para el rejoneador Alfonso Reyes y seis toros de Trespalacios

Para la ocasión se engalanó la plaza con motivos Goyescos además de realizar un desfile previo al comienzo de la corrida. La expectación fue enorme en toda Galicia acercándose a nuestra ciudad miles de personas. Por parte de los comerciantes de la ciudad también se participó en los preparativos ayudando al los Pontevedreses a hacerse con los famosos mantones de la época.

A continuación pasamos a relatar tal y como Juan Parra «Parrita» lo hace en su libro Historia de la Plaza de toros de Pontevedra 1892-1988. Como podrán observar en la narración de los hechos el listón ha quedado muy alto por lo que 96 años después veremos como quedamos ante la historia en pleno 2025.

CORRIDA GOYESCA TEMPORADA 1929

Domingo 7 julio de 1929 se celebre por primera vez en Pontevedra una espectacular corrida Goyesca organizada por la Asociación de prensa de Pontevedra y Vigo, en unión de la Federación de Asociaciones de la prensa del Norte y Noroeste de España.

Se apartaron dos novillos de la ganadería de Muriel para el rejoneador Don Alfonso Reyes y seis toros de Trespalacios para Nicanor Villalta, Pablo Lalanda y Joaquín Rodríguez “Cagancho”.

El festejo despertó una gran expectación y miles de personas invadieron nuestra ciudad, prestándole una animación extraordinaria.

El día se asoció a la fiesta luciendo un sol espléndido.

Más de mil automóviles formaron a lo largo de la Gran Vía y en otros lugares designados por la alcaldía.

La plaza de toros fue adornada con guirnaldas y tapices de gran vistosidad, todos ellos ajustados a los planos realizados por Zuloaga. Un gran retrato de Goya presidió el espectáculo. El ruedo de la plaza se recubrió con un soberbio tapiz, fiel reproducción del famoso cuadro de Goya “El salto de Martincho”. Antes de comenzar la corrida tuvo lugar un desfile goyesco en el que tomaron parte numerosos comparsas, caleseros, chisperos, manolos, chulas, caballeros a la Federica, dragones a caballo escoltados por una banda de clarines y un escuadrón de coraceros. Los trajes y calesas, propiedad de la Federación, fueron cedidos por el Ayuntamiento de Madrid.

Los gastos de la corrida sobrepasaron las 100.000 Ptas., si bien el llenazo que registró la plaza no dio lugar a ningún tipo de pérdidas.

Hasta el momento solo se habían celebrado corridas goyescas en San Sebastián, Barcelona y Burgos, registrándose en todas ellas un éxito sin precedentes.

Las casas comerciales de Olmedo, Simeón, García y Peláez hicieron una exposición de magníficos mantones de manila y mantillas que hermosas mujeres de nuestra capital tuvieron oportunidad de lucir en dicho festejo, en las calesas deslumbraban hermosas señoritas de Pontevedra, La Coruña, Orense, Lugo, Santiago, Vigo y El Ferrol que presidieron la corrida lindamente enmantilladas.

Precios: 
Palco de sombra con 10 entradas350 Ptas.
Barrera sombra30 Ptas.
Tendido sombra18 Ptas.
Delantera grada sombra40 Ptas.
Gradas de sombra17 Ptas.
Barrera de sol15 Ptas.
Contrabarrera de sol15 Ptas.
Tendidos de sol10 Ptas.
Gradas de sol9 Ptas.

El ganado estaba señalado de esta manera

Nº 2“Calesero”Negro
Nº 4“Chiclano”Negro
Nº 11“Molinerito”Cárdeno
Nº 39“Puntilloso”Negro
Nº 43“Punteado”Ensabanado-Bocinero
Nº 55“Volteador”Berrendo en negro

Los novillos de Muriel estaban marcados con los números 80 y 64 y su pelo era Castaño.

Actuó de asesor del matador de toros gallego Alfonso Cela “Celita”

A la señal de rigor, finalizado el desfile, se dio suelta al primero de los novillos que Don Vicente Muriel había enviado para el rejoneador. El novillo se mostró desde el primer momento reacio a acudir a los cites del caballista, que como mal pudo le colocó tres rejones, con la desgracia de que el novillo le alcanzara la jaca en el último de ellos ocasionándole una herida por la que hubo que apuntillarla. Esto no fue todo, pues al retirarse del ruedo montado sobre la penca herida, se dislocó la pierna contra la barrera, sin que el público se percatase a penas de ello.

Un novillero de la cuadrilla se encargó de despachar al torete después de tres estocadas.

Aplausos tibios.

El primero de los Trespalacios sale con muchos bríos. Los picadores están mal. “Villalta” le da unos pases que son aplaudidos.

En el tercio de banderillas, un par pasable, otro ladeado y otro mediano.

Cagancho” intenta realizar un quite en el que no está demasiado afortunado.

Lalanda” está bien con la muleta. Mete el estoque hasta el puño, pero no en su sitio. El toro sangra por la boca. Dobla y muere en el primer descabello.

Aplausos.

En el segundo “Villalta” escucha palmas con el capote. Los picadores desastrosos. Hay una caída sin consecuencias.

Cagancho” se muestra valiente, y en su afán de meterse, cae delante de las defensas del toro. Los matadores están muy oportunos al quite.

En banderillas los tres pares resultan malos.

Villalta” está bien con la muleta y protagoniza un momento de emoción al ser derribado por el bicho.

Despacha una estocada bien marcada, otra buena y un descabello fulminante.

El público puesto en pie le ovaciona. La presidencia le concede las dos orejas y el rabo.

Cagancho” sale a recibir al tercero. No está muy afortunado con la capa y escucha repetidos pitos. Los picadores mal como de costumbre.

En banderillas, un par largo, otro pésimo y uno regular.

Con la muleta se muestra “Cagancho” más afortunado. A petición del público alarga la faena con pases de rodillas.

Un pinchazo en hueso y otra hasta el puño. Aplausos y pitos. Dos descabellos.

El cuarto provoca la caída de un picador. “Cagancho” está mediano con el capote.

Las banderillas “Lalanda” coloca tres pares, el primero ladeado y atrasado, el segundo de igual ejecución y el tercero en el contrario.

La faena final se compone de pases buenos de rodillas. Una estocada buena, algo torcida, que basta.

Aplausos, oreja y vuelta al ruedo.

El quinto sale co muchos pies. “Villalta” realiza una bonita faena de capote por la que es ovacionado.

Los picadores dejan un puyazo malo, otro regular y otro en las costillas. En banderillas destaca tan solo un par de medianejo.

Villalta” tras dar unos pases flojos entra a matar. Deja una estacada en el hueso y otra ladeada hasta la empuñadura. La puntilla se encarga de rematar al bicho.

Sale el sexto entre la pita del público por la mala estampa que presenta el animal.

Cagancho” está muy mal.

Mala actuación de los picadores.

Los banderilleros pésimos.

El gitano coge los trastos y valiente se mete al toro entre la barrera. Se muestra muy voluntarioso.

Enfila el estoque y certeramente lo mete hasta la cruz.

Ovación. Dos orejas y rabo.

En último lugar se soltó el novillo que estaba destinado al rejoneador. Su cuadrilla lo despachó tras una breve faena.

Como resumen decir que la plaza registró un lleno de los que hacen época, que la corrida defraudó. Los ocho bichos lidiados resultaron malísimos. “Cagancho” tan acostumbrado a protagonizar escándalos, se mostró valiente, “Villalta” estuvo en su línea de siempre. “Lalanda” trabajador, pero poco afortunado. Picadores y banderilleros desastrosos.

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