Posted On 12/08/2019 By In PEREGRINA 2019, Reportajes With 2401 Views

Manzanares y gracias

A la peña Finoca. A todos.

Pontevedra, 11 de agosto de 2019, última de feria. Más de tres cuartos de entrada.

Toros de Alcurrucén, en general flojos, desclasados y descastados. Pobre juego.

Morante de la Puebla. Tres pinchazos y descabello. Silencio.

Estocada desprendida. Saludos tras petición.

El Juli. Pinchazo hondo caído y trasero. Intento y descabello. Saludos.

Pinchazo traserísimo caído. Pinchazo y estocada caída. Saludos.

José Mª Manzanares. Estocada. Dos orejas.

Media estocada desprendida y delantera. Oreja.

Nos encontramos, en tercer lugar, con un Economista bueno, que acertó en la mayor parte de su trabajo. Estuvo Manzanares mucho mejor con la mano derecha, aclamado en cada tanda. Bajaron la calidad y la intensidad con la izquierda, con solo dos tandas ya advirtió el alicantino que esta no era su tarde más natural. Logró en todo momento traerse toreado a un humillado toro y rematar atrás los pases, algunos incluso con circulares aprovechando la embestida. La fulminante estocada en la suerte de recibir le permitió abrir la puerta grande a la primera.

Vamos mejorando en nuestra plaza. Estamos a punto de batir marcas y registros si no lo hemos hecho ya. Un puyazo justo en la querencia, en la misma puerta de cuadrillas, y otro un poco más allá se llevó el sexto. Salió al ruedo un solo picador para hacer esto y se llevó una gran ovación. Desconocemos los motivos.

Faena esta del alicantino similar a la de su primero pero sin la calidad del toro; tampoco se tiraron bombas y cohetes en el tercero, hay que decirlo. Voluntad y entrega del torero ante un oponente que se rajó al final. La estocada, defectuosa en su colocación, también fue, una vez más, fulminante. Excelente momento de forma con los aceros el de Manzanares.

El primero dobló las manos tras un breve encuentro con el caballo. Compuso Morante la figura dejando pasar, cuando no caía, a un toro que acudía siempre con la cara alta. Bronca en el arrastre. Para todos los demás, palmas u ovaciones, desconocemos los motivos.

Brindó al público el de La Puebla y todos pensamos que había visto algo en el toro. Nosotros nada en el torero. Faena aseada, despegada y pinturera por momentos, basada en la mano derecha y sin cruzar nunca el río Hilopitón, allí era forastero. Así se sentía. Se conformó con saludar una ovación en el centro del ruedo tras considerar el presidente que los pañuelos no llegaban al 51%.

Quite por chicuelinas “airosas” de El Juli al segundo, un toro que nunca se entregó en la muleta. Supo acoplarse Julián, veteranía y experiencia, a las condiciones del astado y exprimirlo a fondo aunque no humillase en ningún momento. La espada no le acompaña, mal, fallón. No le funciona ni su estocada.

Comenzó la faena al quinto sin rematar los pases. Sin cruzarse, logró arrancarle algunas embestidas a base de provocar al toro, toda la lidia en paralelo. Soso y aburrido el animal. ¿Y si ahora tiene que aprender a matar bien? A matar. Saludó una ovación, desconocemos los motivos.

Cartel de expectación, corrida de decepción. Ya se sabe. Esperábamos mucho más de los matadores y casi nos encontramos con nada. Al final, nunca mejor dicho, Manzanares y gracias. A ustedes, por la atención.

Texto y fotos: Finito de Teis

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