Posted On 01/02/2019 By In Reportajes With 2588 Views

Libertad

Libertad, respeto y una ausencia

            Se celebró en el Liceo Casino una más que interesante charla sobre toros en la lluviosa noche del jueves. Se hizo corta, el tiempo pasó volando.

            Abrió plaza Juan Riveiro, presidente de la Coordinadora de peñas taurinas de Pontevedra, organizadora del acto; y al relance de su capotazo de recibo siguió José Vicente Martín, coordinador del Capítulo en Pontevedra de la Fundación Toro de Lidia, quien ya dio paso al ameno y muy divertido mano a mano entre las figuras del cartel: Victorino Martín y Espartaco.

            Comenzó el ganadero y presidente de la Fundación recordando la gran importancia que ha tenido la plazade Pontevedra con su afición en su casa, como por ejemplo los 11 años seguidos con sus toros en la feria de la Peregrina.

            A continuación, Espartaco rememoró que con 14 años ya actuó en San Roque (sus comienzos fueron aquí por el apoderamiento de los hermanos Lozano) cortando 4 orejas y un rabo sin que esto tuviera eco en su tierra en los medios de entonces, “nadie me creía”. Se cumplen 40 años de su alternativa y cuando celebraba los 30 también estuvo en Pontevedra, orgulloso está de la placa que con su nombre hay en el coso.

Retorno a la Edad Media.

            Nada más y nada menos que sobre 100 asociaciones animalistas hay en el mundo, muchas de ellas centradas en la abolición de la tauromaquia. En palabras de Victorino, las diez primeras manejan presupuestos superiores a 50 millones de euros ¡cada una! En contra de la libertad, no se detendrán ahí ya que cualquier mínima cesión, ya no digamos victoria, les lanzaría para continuar esta inquisición con la “rapa das bestas, la caza, los perros y los gatos…” De hecho ya hay creada carne artificial, repito: carne artificial. Sería, retomando sus palabras, el fin del mundo rural.

Señaló que los toros generan al Estado 40 millones de euros en concepto de IVA y que no reciben nada; no hay subvenciones, hay contratación de servicios. Durante el día le preguntó a un político pontevedrés: ¿Qué sería de Pontevedra y sus fiestas sin los toros?

Los toros no van a la discoteca.

            Un amplio repaso a su larga carrera como matador fue el eje de la alocución del maestro de Espartinas en la que el principal protagonista fue el único ausente: su padre.

            Empezó recordando lo “malo” que era al llevar dentro de sí una rivalidad enconada con los otros toreros con los que actuaba, cuando cree ser una buena persona. “¡Pero si yo no soy así!” se decía. En el momento en que aplaudió a algún compañero desde el tendido empezó a ver el fin de su etapa en activo.

            Su padre y mentor le preguntó una vez “¿Tú has visto alguna vez un toro en una discoteca?” como acicate y estímulo para su preparación y dedicación extrema a este tan difícil mundo, donde uno debe abstraerse de todo lo que le rodea incluso de su vida privada y su forma de ser para afrontar con garantías esa lucha que se dirime allá donde se separan la vida y la muerte. Tanto es así que no sabe cómo se dedicó a eso él, que hasta los análisis de sangre pide que, por favor, se los hagan sentado.

            Ya en el apartado de preguntas del público asistente, José V. Martín señaló que este Capítulo de Pontevedra es reciente, de junio, y que por 50 euros anuales uno puede ser amigo de la Fundación, con el añadido de ser desgravable el 75% que devuelven en la Declaración de la Renta. Suya fue la única crítica a la fiesta en la actualidad aludiendo a ciertos toreros que no matan determinados hierros o solo lo hacen con unas pocas ganaderías. Esto es, creemos en Taurophilos, lo que le falta a este mundillo: autocrítica, limpieza y exigencia para luego poder “vender” el producto al exterior con garantías. Nada de cordones sanitarios que aíslen, aún más, un ya de por sí muy cerrado grupo.

            Victorino sí reconoce graves errores en la gestión de las transmisiones televisivas de corridas, ninguna desde 2006 en un canal en abierto que es donde, dice, deben efectuarse. Repitió que uno de los estrangulamientos que sufre la tauromaquia es el económico, por ejemplo en los elevadísimos arrendamientos que exigen los poderes públicos dueños de casi todas las plazas. Otro es la prohibición de asistir los menores de edad a las corridas.

            En España se matan 26 animales cada segundo, apuntó para preguntarse si tan malo es este mundo taurino.

            Espartaco calificó como “fundamentales” las peñas en las plazas ya que son “una forma de ir a los toros”. En cuanto al matador actuante, también le benefician ya que si está bien le aplauden y si no, “no te echan cuenta” y siguen divirtiéndose; arrancando una de las múltiples carcajadas que se escucharon durante una velada llena de anécdotas cada cual más graciosa sobre Espartaco padre (varias) o sobre un chófer de toreros célebre en sus comienzos.

            Brillante Victorino tanto con sus sabias palabras y la facilidad innata de llegar a su audiencia como por la forma de llevar el coloquio. De agradecer así como la simpatía natural de Espartaco. Ovación merecidísima y derroche de cariño mostrado y recibido. También llovió dentro: fotos, autógrafos…

Riveiro despidió el acto agradeciendo su presencia al público y a los dos principales miembros del cartel por acercarse a Pontevedra y ofrecernos una deliciosa charla. Nosotros también.

Texto: Finito de Teis

Fotos: Charo Lorenzo

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