Posted On 07/08/2017 By In PEREGRINA 2017, Reportajes With 2962 Views

Primera de abono 6 agosto 2017. Feria de la Peregrina

Culpa animal

 

6 de Agosto de 2017. Plaza de toros de Pontevedra, tres cuartos de entrada. Primera de feria.

 

Toros de Alcurrucén, desiguales, noblotes, bien presentados y con diferente comportamiento.

 

Antonio Ferrera. Estocada desprendida. Dos orejas

Pinchazo sin soltar y estocada desprendida. Saluda una ovación.

El Juli. Pinchazo hondo. Oreja.

Casi entera muy trasera. Oreja.

Roca Rey. Estocada. Oreja y gran petición. Bronca al palco.

Pinchazo tras aviso, estocada caída atravesada. Ovación con saludos.

 

Poco juego el ofrecido por los de Alcurrucén aunque mejor, eso sí, que el año pasado. Esperemos que sea señal que vamos mejorando, ojalá así sea. Sosos, noblones y con tendencia a pararse cuando no a huir los dos que salieron rajados. Frente a ellos, la bella entrega de Ferrera y el poder sabio e inteligente de Julián López, la experiencia es un grado, dicen.

Se abre de capa Antonio y allá que lo coge el primero, fea voltereta y momentos de angustia. Los que pensaron que no pondría banderillas se equivocaron de pleno, dolorido completó el tercio dando espectáculo. De grana y oro, cuajó un excelente toreo frente a un oponente fijo, noble y siempre al toque. Calienta de nuevo al público en un final vibrante y logró cortar las dos orejas.

En el cuarto no estuvo nada bien en el segundo tercio, mal en ejecución y colocación quebrando en el tercer par. De rodillas junto a las tablas comenzó la faena y ya se veía que los toros salían cada vez más sueltos, incluso rajado este. Consistía este juego en desplazarse detrás del animal allí donde fuere y ofrecerle un muletazo en su camino. Agradece el público el esfuerzo del balear para luego pitar el arrastre del toro.

Con dos chicuelinas de manos bajas, una tijerilla y una revolera comenzó El Juli y después en la muleta, parecía que rompía el alto toro pero se quedó sin la calidad del primero y eso sí, los mismos defectos hasta acabar por pararse. Se iba arrastrado su cuerpo inerte íntegro y en el último momento decide el presidente que una oreja podía quedarse en manos de Julián.

Se deja hacer en la verónica y con un puyazo corto y dos pares queda listo el quinto. Siempre por abajo buscando que se entregara ya que si no, protestaba, la técnica y el poder de El Juli supieron meter en la canasta al complicado rajado que se autodescabelló dando un susto al querer arrollar.

Era bajo el tercero, perdía sobre todo en comparación con el segundo, más en el tipo de la casa. Variadísimo quite alternando tafalleras con gaoneras y con un cambiado por la espalda comienza una faena en la que el público ya era peruano. Desigual el trasteo, faltó ligazón y enganchar un pase con el siguiente ya que el toro se salía hacia adelante al final de cada suerte, no consiguió ligar las tandas. Acabó con manoletinas y quizá cayera algo tendido el estoque retrasando la muerte. Su trabajo había calado hondo en la concurrencia y las protestas al palco fueron sonoras y muy numerosas.

Consigue mucho y pronto Roca con el capote de salida y tras un quite por gaoneras brinda ¡de nuevo! al público. Era menos que pastueña la embestida del sexto, no llegaba ni a ese calificativo así que concluye la tarde con unos muletazos que no forman tanda. No se podía hacer más con aquel animal.

Galería fotográfica
Texto y fotos: Finito de Teis

Vídeo: FeriaTv

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