Posted On 14/04/2015 By In Reportajes With 3207 Views

Calucas, el alguacilillo.

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Muere el que fue uno de los más entrañables alguacilillos de la plaza de toros de Pontevedra, «Calucas».

Le recuerdo al volante de una Siata blanca, matrícula PO-, a finales de los 70,  como responsable de la distribución de la propaganda de los festejos taurinos que se celebraban en nuestra plaza de toros y la fidelidad con la que realizaba su trabajo para la empresa de los hermanos Lozano que acababa de hacerse con la propiedad del edificio,  ante todo era un hombre bondadoso, cuando de niño me acercaba  a pedirle carteles para mi colección  siempre me decía: «me estas metiendo en un compromiso, te doy de los medianos y de los pequeños, que los grandes son muy caros, pero con la condición de que los coloques en el bar o en el comercio de algún conocido hasta el día de las corridas», y así cumplía con él año tras año por que el compromiso de Calucas también era mío.

Pocos años después sustituyó a Enrique Dios Picolo en el puesto de Alguacil de nuestro coso, a él le correspondió entregar en el año 1985 a Antonio Chenel “Antoñete” las dos orejas y rabo que le cortó a un magnífico toro de El Torreón tras una formidable faena. Un gran aficionado, maestro y amigo, Don Luis Mariñas me comentó en cierta ocasión «yo voy a los toros a emocionarme»,  y con emoción entregó siempre Calucas los trofeos y para emocionarse fue el homenaje que le rindió Manuel Díaz El Cordobés cuando ya había cedido los trastos de alguacil y le hizo salir al tercio para postrarse ante él de rodillas.

La Coordinadora de Peñas Taurinas de Pontevedra también le reconoció su labor y  yo tuve la suerte de compartir mesa con él y su esposa en la Xuntanza organizada por la coordinadora en el 2011.

En el año 1988 el destino quiso que volviera a encontrarme con aquella Siata blanca, matricula PO-,  todo un símbolo, como un toro indultado que regresó a la dehesa y descansaba en un lugar tan alejado como la finca Alcurrucén, en Pedro Abad, Córdoba.

Calucas se ha ido y tal vez esté ahora conversando con el divino Rafael «El Gallo» y este le este comentando que Alcurrucén está donde tiene que estar y la que está lejos es Pontevedra.

Juan Parra

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Un grupo de buenos amigos posan junto a dos aficionados que hicieron el paseillo la tarde del 9 de Agosto de 1986. "El Chapi" y "El Pontevedrés" en la becerrada popular. Entre ellos se encuentran ugenio Morano "El Mirlo" y "Calucas"

Un grupo de buenos amigos posan junto a dos aficionados que hicieron el paseillo la tarde del 9 de Agosto de 1986. «El Chapi» y «El Pontevedrés» en la becerrada popular. Entre ellos se encuentran ugenio Morano «El Mirlo» y «Calucas» Foto del libro «Historia de la plaza de toros de Pontevedra» Enrique Parra Ferradás

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