Plaza de toros de Pontevedra año 1898

TEMPORADA 1898

1ª NOVILLADA

9 DE JUNIO DE 1898

Se lidiaron bichos de la acreditada ganadería de Don Juan Antonio López con la actuación de la cuadrilla de niños sevillanos que dirige el aplaudido “Galocha”, sobrino del malogrado “Gallo”.

Espadas: Manuel Galocha “Cogire” (Sobrino del Sr. Fernando “El Gallo”; padre de Joselito y Rafael) y José Romero “Gaditano”.

La plaza casi llena, en los palcos algunas señoras, presidía el oficial del Gobierno Civil Sr. La Calle.

El primer bicho berrendo, se declara buey  a los primeros capotazos, por lo cual la faena de los bichos resulta pesada y deslucida.

Coge la muleta “el Cogiere” y después de varios pases ayudados, de pechos y recodos, le coloca media estocada bien señalada. Intenta el descabello pero el público se opone, otro pase más y otra media estocada y el animal rueda por la arena.

El segundo novillo “Mac Kinley” de más arrobas que el anterior, es objeto de unas cuantas monadas por parte de los niños, recibe tres pares, luego “Cogiere” trata personalmente con “Mac Kinley” dándole dos o tres pases y colándole una estovada que penetra poco, pero que hace efecto, un intento de descabello y el petit toro dobla.

Sale por último “Sampson” el público quiere verlo rodar ensangrentado cuanto antes. Los muchachos se disputan el honor de obsequiar al bicho con recortes, navarras y otras cosas. “El Cogiere” pone un buen par al pseudoalmirante y otro lo hace en silla y coge los trastos “Gaditano” que hace lo siguiente: varios pases precipitados, una estocada rompiendo el estoque, otra, otra, etc. Y varios pinchazos. El pobre “Sampson” se muere por fin…de aburrimiento.

Resumen: El público complacido, los toreros con deseo de agradar y los animales correspondiendo en bravura a los personajes que presentaban.

2ª NOVILLADA

12 DE JUNIO DE 1898

Se lidiaron novillos más bravos y de más poder que la anterior, así es que los niños que dirigía “Galocha” pudieron hacer algunas coqueterías con guapeza y arte.

Los chicos recibieron más de una vez los aplausos del público.

Las fiestas de este año fueron lamentablemente una de las más pobres que se recuerdan en Pontevedra y a poca cosa han quedado reducidas las fiestas de la Peregrina.

Recordando el aspecto animado y bullicioso que otros años ofrecían nuestras calles, rebosantes de gente, en estos clásicos días de la Peregrina, apenábase el ánimo ayer y anteayer viéndolas desiertas y tristes como si pregonasen las desventuras de la patria.

El sábado a las 12 de la mañana se dispararon algunas bombas y repicaron las campanas.

Una gaita del país se apostó en el atrio del Santuario de la Peregrina tocando durante la tarde.

A las cinco hubo vísperas solemnes en el santuario.

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