Posted On 20/08/2025 By In Crónica del aficionado 2025, PEREGRINA 2025 With 45 Views

Luque arrasa, Perera cumple y Fernando Adrián indulta a Heráldico en una tarde histórica de Victorinos en Pontevedra

Viernes 15 de agosto de 2025. Toros de Victorino Martín. Corrida Goyesca extraordinaria, homenaje 125 aniversario del coso de A Moureira y de los 50 años de gestión de la casa Lozano.

Toros para los diestros: Miguel Ángel Perera, Daniel Luque y el Madrileño Fernando Adrián.

Corrida de más a menos siendo los 6 toros muy toreables para el triunfo.

La plaza estaba perfectamente engalanada para la ocasión y la corrida no dejó indiferente a nadie.

Última corrida de la feria de nuestra Señora de la Peregrina. Tres cuartos de plaza en una tarde soleada y de buena temperatura, el que no pasó por taquilla se perdió la mejor tarde de los últimos años.

Primer toro: el primero de la tarde que le correspondió en suerte al diestro extremeño Miguel Ángel Perera fue un toro suave y que repetía por ambos pitones a media altura. Miguel Ángel lo recibió con el capote, sin grandes florituras, pero dándole la lidia que estos toros necesitan. Todo muy pausado, el toro acudió al caballo, que picó Alonso Sánchez, con alegría y se le dio un puyazo en la yema. Sin meterle las cuerdas, pero, se puede decir, que fue el mejor puyazo de la feria, así se lo reconocieron los tendidos al pasar por cada uno de ellos, con numerosos aplausos. La lidia en banderillas fue perfecta, sin capotazos innecesarios para que el toro llegase en perfectas condiciones al tercio de muleta. Perera en una faena medida con toques muy suaves y a media altura le sacó una faena muy templada y, después de cobrar una buena estocada, la primera oreja de la tarde fue a parar a sus manos.

En el cuarto de la tarde, un toro cárdeno, bizco del pitón izquierdo, Perera no se llegó a acoplar con él, un toro que repetía pero que había que apostarle cruzándose y limpiándole el muletazo sin que te enganchará el engaño. El diestro y el toro no se llegaron a entender y la faena en ningún momento llegó a explosionar.

Daniel Luque: en el primer toro del diestro de Jerena, que llegaba como el nuevo ídolo de la afición pontevedresa y la gente lo esperaba, lo recibió con unas verónicas en el tendido 1 muy bonitas. La manera de lancear al toro fue espléndida y el Victorino repetía cada vez más. Una lidia muy despaciosa de nuevo, cerrando al toro en el burladero y sin darle capotazos innecesarios, como se le debe hacer a este encaste y, si se me permite, a todos los encastes. Le permitió lidiar a un toro que le pedía todo por abajo, siempre mirando muleta y en el momento que Daniel se quiso gustar y relajarse el toro le recordó que es un Victorino que aprieta y no le dejó torear como el desearía.

Una tanda de naturales por la mano derecha fue soberbia justo antes de rematarlo con un gran estoconazo en toda la yema, que hizo doblar al toro sin puntilla en escasos segundos.

Pena de la famosa rueda que hacen los banderilleros que lo deslucieron completamente, si no fuera por eso el toro doblaría a los pies de su matador. Dos orejas del tirón y una vuelta al ruedo muy disfrutada dieron paso a una tarde camino a ser histórica.

Quinto toro para Daniel Luque: Victorino siempre suelta un toro de gran clase en sus encierros, pero también suelta esa alimaña que nadie quiere que le toque en los sorteos de la mañana, y ese le tocó a Luque en el quinto. Gaditano de 535kg le hizo tragar saliva al torero, pero una vez más el maestro sevillano demostró que le vale cualquier tipo de toro y que está en un momento de forma impresionante. Un toro tobillero y muy mirón hizo a Luque sacar lo mejor de él y ponerse en sitios donde quema, cruzándose con el toro.  Apostó por él y ese peligro llegó al tendido. Logró dominar al toro por completo ganándole la partida. Una estocada defectuosa y sin efecto le privó del trofeo. Muy bien por Daniel que, volviendo a hacer alarde del nombre de matador de toros, le sacó la espada y volvió a entrar a matar, en vez de descabellar a toro entero que es lo que ahora está de moda entre muchos de los demás diestros.

Eso le honra mil veces más por el espléndido profesional que es.

El enfado de Daniel golpeando las tablas al entrar en el callejón enseñan el esfuerzo que hizo con este quinto toro que tenía un peligro sordo.

Tercer toro, que le correspondió en suerte a Fernando Adrián y menuda suerte, es que Dios de vez en cuando da estas alegrías. Un toro bajo, bien hecho, de una morfología espléndida, con unas hechuras que enamora nada más verlo, perfecto para embestir, un buen mozo. GLORIA ETERNA A LOS TOROS BRAVOS. Desde que salió por la manga del chiquero ya se veía, ya se escuchaba, ya se olía que ese toro era de indulto (ya retocaremos estás palabras unas líneas más adelante). Fernando Adrián lo vio desde el primer momento y estaba loco por darle la muleta «fuera todos que me quedo yo con él». El toro era una máquina de embestir, Heráldico que así se llamaba, o mejor dicho se llama porque esperamos que ya esté en el campo, fue un toro que a estas alturas aún seguiría embistiendo, que clase, que manera de arrastrar el hocico por la arena, siempre a más, incluso colaborando con el torero a la hora de pegar los pases y quedarse colocado para ligar el siguiente muletazo. Hacía el avión. El run run en los tendidos era brutal y cada vez eran más los rumores de que el toro se iba a indultar. Antes de que la plaza se convirtiese en un manicomio el toro aguantó todo, pero abrió la boca en las dos últimas series y ya cambió su embestida. De ahí viene el dilema de si era de indulto o no era de indulto y también porque en el caballo fue muy rápida su trayectoria. Dicho esto, el toro cogió aire y volvió a cerrar la boca, Fernando Adrián le dio su tiempo y ya volvió a embestir de categoría. Dicen que el público es soberano, pero si no se llega a indultar, como el presidente pretendía no hacerlo, se monta una revuelta que lo de las almohadillas al final del festejo se quedaría corto y está vez serían lanzadas con algo de razón y no como al final de cada festejo que es una falta de respeto. 

Heráldico se ganó la vida.

El indulto es una palabra muy grande por eso no todo el mundo está de acuerdo en perdonarle la vida a Heráldico. Un toro indultado debe ser extraordinario en todos los tercios de la lidia y hay dudas de si éste sería uno de esos casos.

Y llegó el sexto de la tarde, un toro que se le castigó en el caballo, siendo este el puyazo más FUERTE de la feria, incluso llevándose la pica enganchada y cayendo ésta al ruedo. Un toro en el que el madrileño no llegó a cruzarse, pero aun así lo mostró por los varios pitones llegando a dar algún muletazo bueno. Al entrar a matar el toro se le movió y fue pinchado. Luego lo pinchó otras dos veces más y a la cuarta le metió el estoque, sin más rodeos el trabajo ya estaba hecho y la gente contenta.

Una corrida de más a menos, pero con todos los toros ovacionados en el arrastre y muy completa.

A sido una feria dónde hay que resaltar la presencia del público y dar las gracias a la empresa por volver a darnos tres tardes de toros tan necesarias para la única feria que sobrevive en Galicia. Pienso que la tercera tarde podría estar perfectamente consolidada y, porque no, podría ser perfectamente una corrida torista en una fecha tan taurina y tan señalada como es el 15 de agosto. Decir también que el viernes se notaba el ruedo en mejores condiciones con algo más de arena lo que beneficio la lidia de los toros. Ahora nos queda el pesar de que hasta el año que viene la plaza queda cerrada, ¿sería mucho soñar algo para el 17 de mayo para que no se hiciese tan larga la espera?

Para recoger hay que sembrar, pero desde luego la cosa pinta bien y solo se puede dar las gracias.

Hasta el año que viene.

Firmado: S. Bermúdez

About