Plaza de toros de Pontevedra año 1902

TEMPORADA 1902

El domingo 29 de Marzo se celebra una novillada para aficionados, en la que se lidiaron tras novillos de Larruña, siendo únicamente de muerte el tercero. Presidió el Inspector de Vigilancia Sr. Barinaga.

Participaron en la misma: “Mirandita”, “Palentino”, “El Lago”, nuestro convecino “Regilla” y “El Maño” que fue el encargado de poner fin a la vida del tercer toro.

El primer novillo se llamaba “Aburrido”, de pelo colorado y con muy poco poder, recibió algunos capotazos. Tomaron los palos “Mirandita” y “Palentino” saliendo aquel tres veces en falso y logrando este después de dos volteos clavar medio par.

Repitió la suerte con un original saludo clavando otro medio en la mismísima paletilla del bicho.

El segundo, bautizado con el nombre de “Tintoreto”, hermano del anterior y también colorado. Demuestra agilidad en las patas, achuchando del primer embiste a “Palentino” y “Mirandita”. Risas generales. “El Maño” logra pararlo con dos navarras. “El Largo”, que en el primer bicho quedará perniquebrado, recibe un nuevo volteo y se retira por el foro con acompañamiento de pitos y denuestos.

Coge los palos “Mirandita” no haciendo otra cosa que aburrir al público. Pidió la concurrencia que parease “el Maño”, quien señaló dos pares buenos que fueron muy aplaudidos.

Postal de épocaPostal de época. Emilio Torres «Bombita», Antonio Reverte y Antonio Fuentes, tres grandes figuras que han hecho el paseillo en la plaza de toros de Pontevedra.

El bicho pasa también al corral, saliendo el tercero, “Moreno”, negro lombardo.

Sale a saludarlo “Palentino” con un recorte sufriendo un revolcón en el intento.

“Regilla” que estuvo valiente toda la tarde, es obligado a besar la arena a última hora.

“El Maño” se dispuso a parear en silla y después de varios intentos, inútiles por las malas condiciones del bicho, retiró el asiento y colocó dos pares algo caídos, pero revelando conocimientos del toreo.

Como “Moreno” era el único toro de muerte, brindó “El Maño” a la presidencia y se dirigió a su adversario.

Paró muy bien señalando un pinchazo en todo lo alto. Volvió a pasar colocando una estocada hasta el rojo. Descabelló al primer intento, siendo saludado con aplausos.

Resumen:

El día esplendido, la entrada floja, la cuadrilla…”El Maño” muy trabajador ganando las simpatías del público, y la presidencia acertada.

Concertada la participación de “Lagartijo” y “Montes” para las corridas que tendrían lugar los días 10 y 11 de Agosto de 1902, la sociedad organizadora cierra en el mes de marzo el contrato con las ganaderías que habían de suministrar los doce bichos que serian lidiados en ambos acontecimientos taurinos. Seis serian de la ganadería de D. Eduardo Ibarra, de Sevilla y otros seis de la de Don Esteban Hernández, de Colmenar Viejo.

Ese mismo mes se encargan los carteles a Valencia y se preparan además 10.000 anuncios artísticos en seda.

Por todos los medios, la sociedad organizadora intenta que las corridas de agosto resulten dos fiestas taurinas de primer orden.

La noticia de la cogida de “Montes” en Sevilla, produce una profunda conmoción entre todos sus admiradores, siendo especial la atención que la afición Pontevedresa le presta dada su prevista participación en las corridas de agosto.

“Montes” había trasteado al toro con valentía, dando superiores pases d pecho.

Entró a matar en corto y por derecho, siendo prendido por la res al no darle salida con la mano izquierda.

El toro rodó sin puntilla.

Fue conducido a la enfermería en medio de una gran ovación.

El parte facultativo de la cogida, firmada por el Doctor Sánchez Lozano, decía así:

“En la lidia del segundo toro ha sufrido una cogida el diestro Antonio Montes. Tiene una herida en la parte medio lateral derecha del esternón, con orificio de entrada de unos tres centímetros por diez de profundidad, en dirección de abajo a arriba, con desprendimiento de tejidos, aunque no penetrante en el pecho, pronóstico reservado.”

De Pontevedra se enviaron diversos telegramas a Sevilla preguntando por el estado del famoso espada, quién el 1 de Abril envió el siguiente despacho:

“Sevilla 1. Levantado apósito herido, ésta presenta buen aspecto. Gracias por su interés. “Montes”.

Antonio Montes

Antonio Montes

Vida de Antonio Montes

Afortunadamente el día 8 de Agosto llegaba a nuestra ciudad, en el tren correo, el notable diestro sevillano acompañado de su cuadrilla, procedente de Lisboa donde había toreado el día 3, previamente lo había hecho en Santander, quedando a una envidiable altura en las tres corridas en las que participó.

La taquilla instalada en la Alameda para la venta de localidades se abrió al público el día 3 de Agosto, reservándose los encargos hasta el día 7, dada la demanda de localidades.

La compañía de ferrocarril, con objeto de favorecer la concurrencia de forasteros a las corridas de toros, acordó establecer un servicio especial de trenes y expender billetes de ida y vuelta a los siguientes precios:

Primera clase

Segunda clase

Tercera clase

Monforte

24,46 Ptas.

19,88 ptas.

11,97 ptas.

Orense

21,66 ptas.

16,28 ptas.

9,71 ptas.

Rivadavia

17,85 ptas.

13,05 ptas.

7,78 ptas.

Nieves

10,11 ptas.

7,51 ptas.

4,51 ptas.

Salvatierra

8,94 ptas.

6,71 ptas.

4,03 ptas.

Caldelas

7,70 ptas.

5,79 ptas.

3,48 ptas.

Guillarey

7,43 ptas.

5,58 ptas.

3,34 ptas.

Porriño

5,61 ptas.

4,22 ptas.

2,54 ptas.

Redondela

3,14 ptas.

2,35 ptas.

1,42 ptas.

Vigo

5,12 ptas.

3,84 ptas.

2,31 ptas.

Arcade

1,98 ptas.

1,49 ptas.

0,89 ptas.

Figueirido

0,99 ptas.

0,74 ptas.

0,44 ptas.

Tuy

7,92 ptas.

5,95 ptas.

3,58 ptas.

Por otra parte, entre los socios del Centro Gallego de Madrid, se agitó la idea de pedir un tren “Botijo” especial para asistir a estas dos corridas.

El Presidente de dicho Centro, Señor Vicenti, ofreció todo su apoyo a los organizadores, quienes aspiraban a que este tren fuera el primero de los proyectados hacia las playas gallegas.

Desgraciadamente todo quedó en el aire.

Con fecha de 5 de agosto, el señor Gobernador Civil dicta la siguiente orden, respecto a las corridas de toros a celebrarse en nuestra capital los días 10 y 11 de ese mismo mes:

“Disponer que el subdelegado de veterinaria, en unión del profesor veterinario Don Jacinto Pimentel, reconozca el ganado de la lidia, haciendo constar el resultado en certificación que con la antelación debida ha de presentarse en el Gobierno Civil.

Que el número de caballos ha de ser de seis por cada toro, no bajando su alzada de 1,45 metros y debiendo tener la necesaria resistencia para el objeto a que se les destina.

Que los toros han de ser de cinco hierbas, cuando menos, y no exceder de seis años, y a parte de no ser defectuosos, han de reunir las condiciones necesarias de salubridad, encornadura y trapío que se requieren.

Que el reconocimiento ha de verificarse ante un delegado de la autoridad Gubernativa y con asistencia de un representante de la Empresa.

El reconocimiento de los caballos habrá de verificarse de las vísceras y canales de los toros, colgadas en la nave de la carnicería, antes de que las retire el carro de abastecedores, disponiendo se proceda a la quema de las que se hallan en mal estado de salubridad, y marcando con un sello de hierro candente, que contendrá las iniciales P.de T. las extremidades de aquellas que puedan destinarse sin peligro alguno al consumo público”.

El martes 5 llegaron los toros de Ibarra que habrían de lidiarse en la corrida del día 11 de agosto, el ganado había sido embarcado el día 1 de agosto en Sevilla, haciendo el trayecto hasta Vigo en el vapor “Cabo Espartel”.

Los seis toros de Don Esteban Hernández, de Colmenar Viejo, llegaron el jueves 7, empleándose cinco días en su traslado a Pontevedra.

En vísperas de las corridas el número de localidades vendidas en Pontevedra y otras poblaciones de Galicia y Portugal era extraordinario, augurándose dos llenos completos.

Un buen complemento a la fiesta taurina fue el servicio de ambigú, en cuyos despachos, sitos detrás de los palcos, podía adquirir la concurrencia, sin la incomodidad de llevar paquetes y botellas de fuera, todos los artículos de pastelería y repostería, así como aperitivos, refrescos, vinos y licores, que les apeteciesen, con un régimen de servicio que permitía surtir tanto a los palcos, como a los tendidos y gradas.

Este servicio estaba arrendado por el propietario del café de la Perla, Oliva 26, donde a todas horas se servían exquisitos helados de mantecado, limón y leche.

Pastelería y repostería

Precio

Jamón en dulce, ración con pan

1,50 ptas.

Salchichas Vich, ración con pan

1,25 ptas.

Embuchado superior, ración con pan

1,30 ptas.

Pasteles

0,10 ptas.

Pastas, cartucho

0,75 ptas.

Azucarillos

0,15 ptas.

Aperitivos, refrescos, vinos y licores

Vermout Torino con gotas Bitter Secrestat

0,75 ptas.

Ajenjo, Peroud Fils, legítimo

0,75 ptas.

Cervezas, Cruz blanca, alemana, inglesa

1,00 ptas.

1,75 ptas.

2,00 ptas.

Zarza, limón, grosella, frambuesa

0.40 ptas.,

Jerez, varias marcas

0,40 ptas.

Manzanilla botella

5 ptas.

Embotellado mesa superior por cuartillos

1,00 ptas.

0,30 ptas.

Ojen y Mono, copa

0,40 ptas.

Sidra, botella

2,25 ptas.

Champagne, varias marcas

2,25 ptas.

Gaseosas

0,30 ptas.

Para finalizar este prólogo a las crónicas de las corridas, recojo este soneto de Manuel del Palacio:

Suena el clarín; la multitud se agita;

Ya está en el circo la asombrada fiera;

Impávido el jinete que la espera

Su atención y su enojo solicita.

“¡Menos vara Morral!” Un chusco grita.

¿Se ha enamorado usted de la barrera?

El hombre avanza y rápida y certera

A su encuentro la res se precipita.

Como roca del monte despejada

Rueda el jinete y ebria de furores

Cebase en él la fiera ensangrentada,

Mientras ahogando el ¡Ay! de sus dolores

La imbécil muchedumbre entusiasmada,

Repite: ¡Picadores! ¡Picadores!

El domingo 10 de agosto se celebró la primera de las dos corridas organizadas en las que tomarían parte los afamados y valientes diestros:

Antonio Montes

Rafael Molina “Lagartijo”

Lidiándose seis escogidos toros de la ganadería de D. Esteban Hernández, de Colmenar, con divisa celeste, blanca y encarnada.

Componían la cuadrilla de Antonio Montes:

Picadores: Felipe Salsono, Francisco Baeza “el Chico”.

Banderilleros: Antonio Zaya, José María Calderón, Enrique Merino “el Sordo”.

Puntillero: Alfonso García.

Formaban la cuadrilla de Rafael Molina “Lagartijo”:

Picadores: Francisco Codes “Melones”, Ángel Montalbo y José Codes “Melones Chico”.

Banderilleros: Manuel González “Recarcao”, Francisco González “Chiquilín” y Francisco Molina “Frasqui”.

Puntillero: Francisco Roig “Pastoret”.

Postales que se repartían al público en las corridas de agosto de 1902Postales que se repartían al público en las corridas de agosto de 1902

Precios de las localidades:

SOMBRA

SOL

Palcos con doce entradas

100 ptas.

Barrera con entrada

10 ptas.

5,50 ptas.

Contrabarrera con entrada

8 ptas.

4,50 ptas.

Primera fila de tendido con entrada

6 ptas.

3,50 ptas.

Andanada con entrada

8 ptas.

4,50 ptas.

Sobre puerta con entrada

8 ptas.

4,50 ptas.

Asiento general de tendido

5 ptas.

2,50 ptas.

Delantera de grada con entrada

10 ptas.

5,50 ptas.

Primera fila grada con entrada

7,50 ptas.

4 ptas.

Asiento general de grada

5 ptas.

2,50 ptas.

Meseta de toril

5,50 ptas.

Rafael Molina Sanchez "Lagartijo"

Rafael Molina Sanchez «Lagartijo»

Vida de Rafael Molina Sanchez «Lagartijo»

 

El impuesto del timbre a cargo del público.

Reseña extraída del “Diario de Pontevedra” del 11 de agosto de 1902:

“Con una tarde hermosa y un lleno hasta los topes, excepción de algunos palcos, diose la primera corrida que atrajo a la capital lo más alegre y escogido de las vecinas poblaciones.

Pocas veces se vio una inundación tal de gente, que llenaba cafés, fondas y liceos, con esa alegría propia de española fiesta.

Presidía el señor Secretario del Gobierno, y hecho el espejo, se presentaron las cuadrillas con “Montes” y “Lagartijo” a la cabeza que vestían, de verde y oro, y de azul y oro respectivamente.

A las cuatro y media en punto agitó el pañuelo el presidente y empezó la corrida.

El primero de los Hernández tenía por mote “Guindaleo”, era de libras, castaño claro, ojinegro y corniveleto.

Salió con muchos pies y lo pararon con varios pases sin adorno “Montes” y “Lagartijo”.

Tomó seis varas con codicia, estando al quite y trabajando los dos espadas y sin nada más de particular pasó el toro al segundo tercio.

Con dos y medio par al cuarteo y uno cambiado en las propias péndolas, diose por terminado este tercio que resultó ni fu ni fa.

Cogió el maestro “Montes” los chismes y se fue al toro que estaba noblote y sin tarascada, y después de uno natural, cuatro ayudados por la derecha y uno de telón se perfiló y tirándose de cerca dio un pinchazo en su sitio que tropezó en hueso y después de dos pases más, una estocada semi completa, bastante delantera, pero que hubiera bastado, si el apuro e inquietud no le llevase e intentase el descabello a pulso, con cinco fracasos, y dos con la puntilla, que no pasaron de intentonas. Al final tumbose el toro de aburrido.

El puntillero al segundo golpe.

Tenían el segundo el número 52, se le conocía por “Libertao” y era cárdeno, bragado y lucero, bien armado, aunque algo corni-apretado y sin los pies ni la codicia del anterior, pero de hermosa lámina.

Entra sin codicia y casi obligado, tres veces con los picadores y siendo imposible hacerle tomar más varas porque le había tomado asco a los caballeros, sonó el clarín y se pasó a la segunda parte.

Con dos pares el cuarteo y uno a la media vuelta pasó el de Colmenar a manos del sobrino del gran Rafael.

Un natural, tres ayudados y uno de pecho obligado (superior) prepararon a “Libertao” para un pinchazo en hueso bien señalado y con tres ayudados y tres de telón lio Rafael y se dejó caer de cerca con media estocada de las del tío, que hizo rodar al toro.

(Ovación y oreja)

El puntillero a la primera.

Tercero “Agachaito”, castaño oscuro, entrepelado, con el número 66, de orden y corniveleto. Salió a la arena con muchos pies y limpiando el redondel de peones.

Parole “Montes” los pies con varios recortes adornados con monerías y tomó cinco varas, una superiorísima, cayendo en otra un picador al descubierto, que fue enganchado sin más consecuencia que la rotura del ante, gracias a la rápida intervención del capote de “Lagartijo” y un coleo muy a tiempo de “Montes” que recibió por ello una ovación justa.

Un par cambiado, otro al revuelo de un capote y otro al cuarteo, constituyen la labor del segundo tercio.

Muleta en mano adelantándose “Montes” y con solo tres pases de telón y uno en redondo bien acabado, tirose a matar resultando un pinchazo con tropiezo a paso de banderillas y sin muleta casi, una media algo delantera pero que dio en la herradura y resultó fulminante.

Palmas al chico.

El cuarto fue el toro de la tarde, respondía por “Escarapelo”, era berrendo y capirote y salió con muchos pies y rematando a los tableros.

Con coraje y recargando, tomó hasta siete varas, de primera casi todas, estando al quite los dos espadas y pasó a banderillas después de haber cumplido como un valiente en el primer tercio.

Adornaron los chicos el morrillo con dos pares al cuarteo, uno a la media vuelta y otro de frente superior.

Rafael coge los trastos y sin muletear casi, se tiró al volapié dejando media estocada muy baja que resultó degüello según mi humilde entender.

Algunos pitos.

El quinto, número 67, colorado y bragado, tenía por mote “Puchero”.

Salió con bríos y atacó con poder y coraje, pero una vara criminal en el brazuelo, entre las seis que tomó con brío, le hicieron, sino huido, receloso.

Dos pares a la media vuelta y medio al cuarteo hacen el segundo tercio.

Poquitos pases, muy pocos, dos estocadas en su sitio al volapié, saltando la espada a los tendidos por tropezar en hueso, un mete saca a paso de banderillas, una media por el mismo sistema y un descabello al primer intento terminaron la faena, un poco aburrida de “Montes”.

Sexto: El último llamado “Zurriaguito”, negro listón y bragado. Fue un hermoso toro.

Tomó cinco varas de los piqueros con sus correspondientes talegazos, estando al quite los matadores.

A petición del público parean los maestros, que después de una preparación adornada al compás de la música del Regimiento de Murcia, pusieron medio par cada uno, cambiando en la propia cabeza por más que el toro estaba quedado, con un par al cuarteo muy bueno terminó la suerte de banderillas.

Se fue al toro “Lagartijo” y después de tres pases ayudados y uno en redondo dejó una estocada baja y envainada, media a volapié que escupió el animal y otra media del mismo estilo con la que terminó su tarea y la corrida.

RESUMEN:

Toros de primera.

Picadores trabajadores y picando muy bien.

Peones inmejorables.

Los espadas con afán de agradar pero con el santo de espadas, salvo en el segundo “Lagartijo” y el tercero “Montes”.

La presidencia acertada.

Esta es la crónica publicada por “La Correspondencia Gallega” el día 11 de agosto de 1902.

“Como hacían esperar todos los anuncios, la fiesta taurina de ayer ha revestido brillantez y entusiasmos extraordinarios llevando a la plaza un contingente de aficionados tan numeroso que llenaba las localidades a excepción de algunos palcos, presentando aquel lugar un magnífico y sorprendente aspecto.

Amenizaban el espectáculo las bandas de Murcia y Hospicio.

La clásica mantilla adornando la belleza de nuestras mujeres lucía en todas partes como una nota simpática y tradicional.

A las cuatro y media de la tarde, ocupó la presidencia el secretario del Gobierno Civil señor Casado, y hecho el despejo diose momentos después principio a la lidia de los toros de Don Esteban Hernández, que lucían divisa celeste, blanca y encarnada en el orden siguiente:

Primero, “Guindaleto”, castaño claro, ojinegro señalado con el número 64, salió del redondel con gran velocidad obligando a los diestros “Lagartijo” y “Montes” a pararle la carrera con varios capoteos sin golpes de efecto en los mismos.

Visitando a los de aupa recibió con coraje seis varas, acompañándolas de costaladas en los jinetes y dejando un solípedo en la arena para el arrastre.

En banderillas, fue engalanado con dos pares al cuarteo y uno cambiando, pasándose con esto al último tercio.

“Montes” que vestía de verde y oro yéndose al bicho, que era de ley, y previos cuatro pases ayudados y uno natural da dos estocadas a volapié una de ellas pescuecera, un intento de descabello, apoyándose, y tres a pulso, dos intentos con la puntilla y después remató el puntillero a la segunda.

La faena, aunque conquistó algunos aplausos a “Montes”, fue deslucida a caso por las precipitaciones que se notaban en el diestro.

Segundo: “Libertao”, cárdeno, bragado, lucero, número 52, corniapretado, sale a la plaza a recibir unos magníficos capotazos de “Lagartijo”.

Certero en el acometer, aunque poco codicioso, toma dos varas revolcando a los cabalgadores y dando ocasión a que “Montes” se mostrara muy hábil en los quites. “Libertao” tuvo pánico después a las picas y únicamente otra tomo a fuerza de muchos retos. Pasaron a mejor vida dos caballos.

En banderillas, se llevó un par el cuarteo, otro de la misma índole y uno a la media vuelta, todos ellos sin faltar al arte.

Rafael Molina “Lagartijo”, que vestía de azul y oro, se fue al cornúpeto saludándole con un pase natural, tras ayudados y uno de pecho para propinarle a volapié un pinchazo en hueso y después de unos pases más, una media estocada superior que lo acuesta.

“Lagartijo”, escuchó una prolongada ovación adjudicándosele la oreja del bicho.

Tercero “Agachaito”. Número 66, castaño oscuro, entrepelao, sale con muchos pies sembrando momentáneamente el terror en la gente de coleta, que respuesta con algunos recortes lúcidos de “Montes”. El de Hernandez toma hasta cinco varas, algunas muy buenas. En una de ellas uno de los picadores cayó al descubierto, salvándose de una avería seria que se redujo a roturas en la indumentaria, gracias a “Lagartijo” y a un oportunísimo coleo de “Montes”, que valió unánimes aplausos. Caballos uno.

Le fueron puestos después tres pares de banderillas, uno cambiado, otro aprovechando un capotazo y el último al cuarteo.

“Montes” con tres pases de telón y uno en redondo, da una en hueso a paso de banderillas y media después, delantera, que hace rodar como una pelota al “Agachaito”, escuchando estruendosas palmadas el maestro.

Cuarto: “Escarapelo” número 61, berrendo, capirote, fue el mejor de la tarde, haciendo un primer tercio superior en el que recibió hasta siete puyazos con valentía, dejando en el suelo tres caballos para enterrar. Los maestros, trabajaron muy bien en los quites. Caballos tres.

En el segundo tercio, fue adornado con un par de frente, otro al cuarteo y dos a la media vuelta, saltando dos veces la barrera y dándonos ocasión para aplaudir al servicio de puertas.

“Lagartijo”, casi sin trastear da a “Escarapelo” media estocada baja, que resultó degüello y que puso fin  a la existencia del toro.

Quinto: “Puchero”, número 67, castaño encendido, bragado.

Tomó cinco varas con mucho poder haciéndose después receloso por los excesos de los piqueros que en una ocasión se propasaron.

En banderillas, dos pares a la media vuelta y medio de la misma especie.

“Montes”, previos algunos pases, receta una en hueso, otra de igual clase, una mete y saca, otra delantera y por último un descabello apoyando, que dio fin a “Puchero”.

Sexto: “Zurdiaquito”, número 50, negro listón, bragado.

Recibió seis varas, estando oportunísimos los maestros en los quites.

Banderillearon los espadas, colocando “Lagartijo” medio par de frente y cambiando en la propia cabeza y medio igual de “Montes” que cayó al salir de la puerta, sin que el toro hiciera por él, y un peón puso otro par.

“Lagartijo” da una envainada media en su sitio y media tendida que hasta para terminar.

RESUMEN:

Los toros inmejorables.

Picadores haciendo excelentes faenas.

Los peones cumpliendo admirablemente.

Los espadas muy trabajadores, y en el segundo, “Lagartijo”, y “Montes” en el tercero triunfando de veras.

La presidencia dando pruebas de grandes conocimientos en la materia, acertadísima.

Observaciones

El toro lidiado en cuarto lugar, de nombre “Escarapelo”, saltó por dos veces la barrera, después de haber recibido siete puyazos y matar tres caballos.

El Lunes, 11 de agosto, se celebró la segunda corrida de las Fiestas de la Peregrina, lidiándose seis toros de la ganadería de Don Eduardo Ibarra, de Sevilla, con divisa turquí y caña, que dieron buen juego.

Presidió el espectáculo el Secretario del Gobierno Civil, Sr. Don Fernando Casado que estuvo muy acertado en su labor.

La animación corrió a cargo de las bandas del Regimiento de Murcia y Hospicio.

Con algunos claros en el sol, comenzó la corrida a las cuatro y media en punto.

Antonio Montes vestía de morado y oro, “Lagartijo” de reina y palta.

Primero: “Cornoveto”, señalado con el número 27, castaño, de pocas libras y poder. “Lagartijo” y “Montes” le saludaron con capotes muy lucidos, rematados con bellos adornos. Tomó cinco varas sin causar ninguna baja. En el segundo tercio recibió dos pares y medio de rehiletes y cuarteo, uno de ellos un tanto pescuecero. Con tres pases naturales, tres ayudados y dos de telón se tiró “Montes” de lejos, derribando al toro de un golletazo.

Pitos y palmas.

Billete de invitación, para dos corridas en 1902

Segundo: “Corbatito”, número 19, negro. Tomó seis varas sin volver la cara, matando dos caballos en la plaza y despachando algunos más mal heridos para las caballerizas. En uno de los derribos puso en peligro a un lancero que cayó al descubierto, dando lugar a un oportuno quite de “Lagartijo”.

Con un par de frente, cuadrando en la misma cabeza del animal que resultó superior, medio al cuarteo y otro cambiando, cumplieron los muchachos, que estuvieron guapos y trabajadores.

“Lagartijo” tras un breve muleteo, ya que el viento le obligó a acortar la faena, se tiró a matar dando una media baja, un pinchazo bien señalado, otro en hueso, otra hasta la mano, atravesada, acabando al segundo intento de descabello.

Escuchó palmas.

Tercero: “Español”, número 2, negro zaino. Salió con muchos pies, sembrando el pánico en el ruedo. “Lagartijo” se encargó en pararlo con varias verónicas moviditas y algunos buenos recortes. Recibió siete puyazos con mucho poder, sobresaliendo tres de “Molina”, que escuchó otras tantas ovaciones. Tres caballos quedaron para el arrastre, haciéndose uso de la puntilla en el corral con muchos más.

La brega del segundo tercio consistió en tras pares al cuarteo y otro cambiando, que los chicos de “Montes” colocaron en su sitio.

“Montes”, haciendo muy poco de particular, sin duda por el fuerte viento reinante, se tiró como pudo, dejando una estocada baja y atravesada, en un nuevo intento cuartea demasiado, asomándose la punta del estoque por detrás del brazuelo izquierdo, a los cuatro intentos de descabello pone fin a “Español”.

Cuarto: “Escurtido”, castaño, con el 45. Andarín notable, mostró gran valentía en las varas, recibiendo tres y derribando a uno de los de pica, a quién rasgó el pantalón.

Tres pares se le colocaron después, uno al cuarteo, toro desigual y el último también al cuarteo.

“Lagartijo”, tras unos pases, diversos en clase, entre los que sobresalieron, tres de pecho obligados, largó una media estocada superior en todo lo alto que dio fin a la vida de la fiera, escuchando una ruidosa ovación por la que se le concedió una oreja de “Escurtido”. Fue la estocada de la tarde.

Quinto: “Soberbio”, número 66, negro lombardo, bragado.

Recibió cinco varas, produciendo otros tantos derribos.

En el segundo tercio tomó “Lagartijo” las banderillas, dejando un medio par excelente de frente y cambiando. Dos pares más, a la media vuelta, uno de ellos muy bueno, dejan en manos de “Montes” al animal.

El diestro dio una media bien marcada, pero delantera, otra media pescuecera y tres intentos de descabello que hicieron acostar al toro para que lo rematase el puntillero.

Sexto: “Regidor”, número 2, negro meano.

“Lagartijo” le paró los pies con unos elegantes capotazos.

Tomó con codicia seis puyazos, dejando en la arena a dos pencos.

En banderillas dos pares y medio al cuarteo.

“Lagartijo”, con precipitación, da un pinchazo bajo, terminando con una buena estocada hasta mojarse los dedos.

RESUMEN

Los toros muy buenos.

Los picadores conquistando siempre aplausos.

Los peones muy trabajadores y oportunos.

Los espadas: sobresaliendo “Lagartijo”, “Montes” muy desgraciado al herir.

La presidencia muy bien y sin captarse protesta alguna gracias a su mucho acierto.

Finalizada la temporada de 1902, la Sociedad propietaria de la plaza de toros de Pontevedra acordó sacar a subasta el arriendo de la misma, bajo las siguientes condiciones:

1ª. El arriendo se hace por todo el año 1903, empezando a regir el contrato desde el primero de enero próximo y terminará el 31 de Diciembre de 1903.

2º. El tipo mínimo de dicho arriendo se fija en la cantidad de 5.000 pesetas.

3º. La cantidad en la que se adjudique al mejor postor el arriendo, será entregada por el rematante al otorgar la escritura, que será dentro de los ocho primeros días del mes de enero próximo.

4º. Para optar a la subasta, deberán los licitadores depositar previamente en poder del Tesorero de la Sociedad la cantidad de 250 pesetas, cuya entrega justificará con el recibo que al efecto le expedirá el precipitado Tesorero.

5º. Será condición indispensable que el arrendatario dé, cuando menos, dos corridas de toros, dentro de los días que comprenda el programa de festejos del mes de agosto.

6º. Dichas corridas serán de seis toros cada una, de ganaderías acreditadas, y limpias de todo defecto, para lo cual serán reconocidos por el profesor veterinario que la autoridad designe, reservándose la Junta el derecho de designar otro, si lo juzgase conveniente.

7º. En las corridas que queda obligado el contratista a celebrar, con arreglo a la condición quinta, alternarán dos matadores en cada una, de los llamados de cartel y que lo hayan verificado en alguna corrida de Madrid, con sus correspondientes cuadrillas.

8º. La subasta se celebrará el día 20 de octubre en el despacho del Presidente de la Sociedad Don Felipe Ruza, Michelena 27, a las once de la mañana, a presencia de la Junta y de un Notario que será designado por aquella y se adjudicará el arriendo al que mayor cantidad ofrezca en pujas a la llana.

9º. Serán de cuenta del arrendatario todos los gastos que se originen por la celebración de las corridas de toros; y demás espectáculos o funciones que celebre en la Plaza, tales como contribución industrial, servicio de plaza, persona de acomodadores, y porteros; siendo de cuenta del mismo arrendatario el pago de 10 pesetas al Conserje de la plaza por cada corrida de toros o novillos que se celebre, y lo mismo al carpintero designado por la Junta Directiva; y en las demás funciones que se lleven a cabo se abonarán a dichos empleados 5 pesetas a cada uno.

10º. El arrendatario será responsable de los desperfectos motivados por negligencia a abandono, y será obligado a entregar la plaza en el debido estado de limpieza y conservación, dedicándola a espectáculos que no desdigan de su objeto y que no sean contrarios a la moral y a las leyes.

11º. La Sociedad se reserva el derecho de inspeccionar por medio de sus representantes, el servicio de plaza  y todo lo que considere conveniente a sus intereses, comprensibles con los del arrendatario, reservándose al efecto una de las llaves del edificio.

12º. Para satisfacer los gastos que pudiera originar la reparación de los desperfectos que al entregar la plaza se observen, y que cita la condición décima, quedará en depósito la cantidad que el rematante debe constituir para tomar parte en la subasta según suscribe la condición cuarta cuya cantidad le será devuelta, íntegra, si del reconocimiento que al terminar el contrato se haga, no resultasen daños de que el arrendatario pudiera ser responsable.

Pontevedra. 30 de Septiembre de 1902.

P.A. de la J.D.: El Secretario, Prudencio Landín.