Segundo tercio de la lidia

1. Ordenado por el Presidente el cambio de tercio, se procederá a banderillear a la res colocándole no menos de dos ni más de tres pares de banderillas.
2. Los banderilleros actuarán de dos en dos según orden de antigüedad, pero el que realizase tres salidas en falso, perderá el turno y será sustituido por el tercer compañero.

3. Los espadas, si lo desean,podrán banderillear a su res pudiendo compartir la suerte con otros espadas actuantes. En estos casos no será de aplicación lo dispuesto en el apartado siguiente.

4. Durante este tercio, en los medios, a espaldas del banderillero actuando, se colocará el espada a quien corresponda el turno siguiente, y el otro, detrás de la res. Asimismo, se permitirá la actuación de dos peones que auxiliarán a los banderilleros.

5. Los lidiadores que pusieran banderillas sin autorización, una vez anunciado el cambio de tercio, podrán ser sancionados como autores de una infracción leve.

6. Cuando por accidente no puedan seguir actuando los banderilleros de una cuadrilla, los más modernos de las otras ocuparán su lugar.

Breve histórico del tercio de banderillas

Todo comienza con una lucha o rivalidad entre dos conceptos diferentes de tauromaquia, por un lado estaban los toreros del norte y los toreros Andaluces.

Estos últimos engañan al toro con trapos, mientras que los norteños engañan a cuerpo limpio. Como podemos observar hoy en día se impuso la escuela Andaluza pero para siempre quedó, porque al público le gustaba, la suerte más vistosa de los norteños, la de banderillas.

El padre de la suerte de banderillas el diestro Bernardo Alcalde “el licenciado de Falces” (Foto) y hasta su aparición se ponen las banderillas de una en una, es él quien las pone de dos en dos, una en cada mano.

 

 

Bernardo Alcalde «Licenciado de Falces»

Otros diestro norteños de fama fueron Juanito Apiñañi y Martincho, estos hicieron grandes temeridades como esperar sentado en una silla la salida del toril o encima de una mesa con grilletes puestos queriendo saltar por encima del toro.

 

 

Por tanto se impone la escuela Andaluza más que nada por su organización que en el norte no existe y la lidia es anárquica y sin jerarquía. Los Andaluces se organizan en cuadrillas, picadores y subalternos, el maestro se luce con las telas y da muerte al animal, eso sí, los Andaluces asumen la suerte de banderillas de los norteños, vistosa y que  gusta mucho al público.

La suerte como vemos poco a evolucionado desde aquellos tiempos hasta ahora, un punto de inflexión quizás sea la imposición de las banderillas al quiebro por parte del diestro “el Gordito” que lo incorporó a la lidia.

Su alumno aventajado es “Lagartijo” siendo un coloso y un modelo de elegancia en la suerte.

Documentación ( «Cómo ver una corrida de toros» y «Del paseillo al arrastre». José Antonio del Moral)

Formas de realizar la suerte

 Al cuarteo:
 Al Cuarteo
 De poder a poder
 Al sesgo
 A topa carnero
 El violín
 La moviola
 Al quiebro:
 Al quiebro

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