Primer tercio de la lidia

 

REGLAMENTO

1. El Presidente ordenará la salida al ruedo de los picadores una vez que la res haya sido toreada con el capote por el espada de turno.

2. Para correr la res y pararla no podrá haber en el ruedo más de tres banderilleros, que procurarán hacerlo tan pronto salga aquélla al ruedo, evitando carreras inútiles.

3. Queda prohibido recortar a la res, empaparla en el capote provocando el choque contra la barrera o hacerla derrotar en los burladeros. El lidiador que infrinja esta prohibición será advertido por el Presidente y, en su caso, podrá ser sancionado como autor de una infracción leve en los términos previstos en el capítulo III de la Ley 10/1991,de 4 de Abril, y en el presente Reglamento, en particular si, a resultas de la acción irregular del lidiador, la res sufriera una merma sensible en sus facultades.

BREVE HISTÓRICO DEL PRIMER TERCIO

Este tercio ha cambiado desde el año 1.927 en el que se tomo la determinación por parte de la Comisión para la reforma de la suerte de varas de que los picadores desaparecieran del ruedo a la salida del toro de toriles.

En los principios, a la salida del toro, este no se encontraba con un ruedo vacío como ahora sino que ya le esperaban tres picadores preparados para la lucha.

La colocación de estos picadores era totalmente diferente a la de ahora, así, estos se colocaban siempre a la Izquierda de la salida de toriles y los tres distantes entre sí unos metros, el primero el más novel se situaba en primer lugar y sería el recibiría la primera costalada, este además de ser el más novel generalmente era el reserva que no pertenecía a ninguna cuadrilla y que habitualmente lo ponía la empresa que echaba mano del típico aprendiz; el siguiente picador se situaba a unos 10-15 metros otro picador de la cuadrilla y el tercero lo mismo.

Sus posiciones normales eran pegaditos a tablas ya que buscaban el refugio de estas ante el arreón potente que se les venía encima por parte del cornúpeto, no olvidemos que en aquellos tiempos no existía el peto del caballo, y cuando un picador iba a por el toro dejando las tablas este era aplaudido a rabiar.

 

¿Por qué la colocación de los picadores era a la izquierda de toriles?,

Los picadores se colocaban a la izquierda de toriles por seguridad, ya que, y si se fijan es verdad, la querencia natural del toro al salir del toril es salir hacia el lado derecho, por lo que se ha dicho que el toro que salía hacia la izquierda era un toro con bravura ya que desde el primer momento buscaba la lucha, esta forma de intuir la bravura del toro nada más salir se ha perdido en la actualidad al salir el toro y no encontrarse a nadie.

Siguiendo con el tercio se disponen los picadores a salir, actualmente salen dos picadores y se colocan uno contra querencia del toro y otro enfrente, el diestro acerca el toro al caballo y embiste contra el peto, el cual hasta el año 1.928 no existe produciéndose una mortandad de caballos bastante elevada pudiendo llegar a 6-7 caballos por toro, a partir de esa fecha con la introducción del peto y que antes de las varas se para la salida del toro la mortandad caballar desciende considerablemente pasando a morir 6-7 caballos por corrida.

La historia nos dice que allá por el siglo XVIII y gran parte del siglo XIX se pica a caballo levantado, y se preguntarán que es esto, pues es una especie de rejoneo con vara larga, el caballo no para y se evita el contacto con el toro por lo que la mortandad equina es nula hasta el punto de que el caballo pertenece al picador y no a la empresa. El picador Luis Corchado (Foto) picó entera una corrida de 22 toros sin pierna de hierro y saliendo ileso su caballo.

El picador es independiente y se contrata por parte de la empresa se les acrecienta la notoriedad y el tercio de varas es el más importante de la lidia.

El torero de a pie empieza a coger auge y los picadores empiezan a actuar a la orden de los matadores y ordenan picar en parado, con esto se pretende quebrantar al toro y que pierda fuerza, época esta de Lagartijo, Frascuelo y el sumun con Guerrita, este último llega a ordenar “Que el toro haga carne”, hablamos de finales del siglo XIX donde hay grandes carnicerías equinas. La entrega del caballo al toro no es por poner las varas con el caballo parado sino por la impericia de los picadores y así en la tauromaquia de Guerrita y en el tomo primero del Cossío se describe una forma de picar asombrosa, viendo lo que vemos hoy en día, y dice así:” Se para el caballo, el picador citaba al toro se viene y se le echa el palo hiriendo al toro antes de que impacte contra el toro, así entre el impacto de la puya contra el toro y de este contra el caballo un hombre de a pie echa el capote y se lleva al toro de la suerte, mientras el picador echa el caballo hacia atrás, evitando la cogida”.

Como ya dijimos en 1.928 aparece el peto de los caballos que se pueden clasificar en dos, los de antes de la guerra civil, que son más pequeños y el de después de la guerra donde se añaden faldones y es donde las fuerzas están más equilibradas, hablamos de los años 40 y 50, un caballo español, no muy pesado, bien protegido al que se puede mover pero no tirar y así se pude llevar al toro varias veces y medir su bravura en su justa medida. Llegan los 70 y los toros se doblan en peso y los petos también llagando hasta nuestros días.

Llegamos a los quites y aunque hoy en día no se prodigan demasiado por no decir nunca estos son necesarios por aquellos tiempos ya que se necesita sacar al toro del caballo y como auxilio del picador cuando estaba en el suelo.

Esta circunstancia la utilizaban los matadores para lucirse, de tal forma que se llega a rivalizar entre ellos, por ver quién se luce más llegando a ser un elemento de los más interesantes de la corrida.

Los quites funcionan de esta forma y siempre partiendo de que el toro reciba tres puyazos, como muy rara hoy en día:

  • PRIMER PUYAZO: Pone al roro en suerte su matador realiza el quite después del puyazo y vuelve a colocar.
  • SEGUNDO PUYAZO: Realiza el quite el segundo matador y lo coloca para el tercer puyazo.
  • TERCER PUYAZO: Hace el quite el tercer matador.

Si hay más puyazos se sigue el mismo orden.

Y con esto llegamos al segundo tercio.

Documentación ( «Cómo ver una corrida de toros» y «Del paseillo al arrastre». José Antonio del Moral)

 Suerte de Varas

El picador

Desarrollo de la suerte

Formas de picar

 Lances de Capa

 VERÓNICA  MEDIA  CHICUELINA  REVOLERA  TAFALLERAS  DELANTAL
 GAONERA  NAVARRAS

 

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