¡Cuatro, cuatro, cuatro!
Plaza de toros de Pontevedra, 9 de agosto de 2015. 2ª de feria. Más de media entrada.
Toros de Capea, parejos de presentación a excepción del alto sexto y desiguales de fuerza y bravura ofreciendo de todos modos un buen juego en su conjunto.
Hermoso de Mendoza. Rejón traserillo contrario. Oreja.
Rejón desprendido contrario. Intento y descabello. Silencio
Diego Ventura. Pinchazo, tres más sin soltar. Rejón traserísimo contrario. Silencio.
Bajonazo que hace guardia, rejón y descabello. Oreja.
Leonardo Hernández. Pinchazo sin soltar y rejón bajo fulminante. Dos orejas.
Pinchazo sin soltar y bajonazo. Oreja con petición.
Plaza de toros de Pontevedra, 9 de agosto de 2015. 2ª de feria. Más de media entrada.
Toros de Capea, parejos de presentación a excepción del alto sexto y desiguales de fuerza y bravura ofreciendo de todos modos un buen juego en su conjunto.
Hermoso de Mendoza. Rejón traserillo contrario. Oreja.
Rejón desprendido contrario. Intento y descabello. Silencio
Diego Ventura. Pinchazo, tres más sin soltar. Rejón traserísimo contrario. Silencio.
Bajonazo que hace guardia, rejón y descabello. Oreja.
Leonardo Hernández. Pinchazo sin soltar y rejón bajo fulminante. Dos orejas.
Pinchazo sin soltar y bajonazo. Oreja con petición.
Tres estilos completamente distintos se dieron cita en el coso de San Roque donde se apreció sin lugar a dudas que pueden cohabitar dentro de un mismo recinto taurino y que los dos primeros pueden y deben hacerlo y enfrentarse con el público como testigo. No pasa nada.
Como cabeza de cartel, representa Pablo un toreo más depurado y un estilo más ligado a lo tradicional. Bordó el toreo a dos pistas montando a Berlín, los adornos con Brindis para ir subiendo la temperatura que casi llega al delirio con tres banderillas cortas al teléfono a lomos de Pirata.
Distinto pero igual de calidad lo ofrecido en el cuarto donde se lució en banderillas cambiándole las pistas en plena embestida. Tras las cortas intentó un par a dos manos sin éxito que corrigió en uno más sin permiso presidencial, ordenó el usía tomar nota de esto.
Ventura intenta más la filigrana, el calor del público. Aquerenciado salió el segundo al que logró encelar con Nazarí pero el tercio de banderillas corrió desigual suerte en la reunión, continuando mal toda la faena, debemos decirlo. No consiguió encender sus fuegos artificiales y recurrió a trucos y ademanes lejos de la cara del toro cuando no a voces con las que jalear a la audiencia.
Sí estuvo mucho mejor en su siguiente con la mala suerte de tener menos toro con el que lucirse pero eso sí, más acierto. Dejó encima de Maño un impresionante quiebro junto a las tablas casi recibiendo y dos banderillas de mérito colocándole al de Capea el sombrero entre ambas.
Y Leonardo es la cocina moderna. Se basa en la tradicional, de casta le viene al galgo, pero con el fulgor y la garra de la gente joven que aporta nuevas cosillas. Con más pies y fijeza salió el tercero y con ese rejoneo clásico que mencionábamos logró llevarlo ligadito ligadito tanto al estribo como a la grupa. No se preocupó clavando tanto del embroque como sí del resultado obtenido en un público ya entregado. Consiguió la llave de la puerta grande.
Al sexto lo recibió con un rejón bajísimo contrario y la faena se asemejó a la de Diego en la desigual suerte que corrieron ejecución y colocación. Hasta cinco banderillas y tres cortas al violín le dejó a un parado toro al que había que hacer todo para llegarle. Con el pañuelo asomado en el balcón, le negó el presidente una rosa ante lo que nos ofreció el caballero la suerte vacía: le llegó al lomo simplemente con la mano. Pese a inutilizarle por destrozo el lacón izquierdo con el rejón, pudo pasear una oreja que pudieron ser dos si predominara la opinión del respetable en tarde tan cariñosa como generosa con los actuantes.
En resumen pobre espectáculo como balance general y se volvieron a pedir las cuatro pero…
Texto y fotos: Finito de Teis
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