Plaza de toros de Pontevedra año 1893

TEMPORADA DE 1893

PRIMERA CORRIDA DE NOVILLOS

Domingo, 4 de junio de 1893

Se celebró una corrida de novillos embolados en la que se lidiaron tres reses de la ganadería de Barbanza (La Coruña).

Espada: Isidro Grané.

Sobresaliente: Félix Suárez “el Soberano”.

Banderilleros: Luis González “Luisillo”

Y los aficionados: E. Molina, J.Luna, F.Torres, A. Moreda y M. Revilla, de esta capital; B. Perez, E. Ferreira, J. García y A. Carrillo, de Vigo, y L. Barrio, de Orense.

Aceptó el cargo de recoger la llave el joven vigués F. Molins.

Precios:

Precio entradas

Las localidades que excedieron de una peseta, pagaron 10 Céntimos de timbre móvil.

Esta novillada despertó mucha expectación entre los aficionados. Para unos se trataba de una explotación y para otros de un espectáculo sin mucho aliciente, ya que consideraban que el ganado no serviría.

En fin, que se hacían comentarios de tormenta para la tarde de la corrida, se decía que habría patatas a discreción y botellas…vacías a domicilio. Sin embargo la novillada transcurrió sin incidentes.

La concurrencia fue extraordinaria, con más público que en alguna de las corridas del verano pasado.

El tren extraordinario de Vigo, trajo muchísima gente, y no faltaron tampoco representantes de Orense y Tuy.

El ganado fue bastante manso, pero sin mala intención. Al segundo, regularcillo y un tanto travieso le quitaron las bolas a petición del público. En cuanto los aficionados vieron los cuernecitos del animal, que parecían dos escalpelos, se escamaron y corrieron de demonio.

Este mismo bicho no solo estuvo a punto de darle un disgusto a un sujeto que intentó ponerle unas banderillas, sino que hubo que hacerle un flaco servicio a Grané, que perseguido saltó la barrera en el instante en que también la saltaba el bicho. Únicamente le dio un buen golpe en el costado.

La tercera crianza de Barbanza fue condenada a banderillas de fuego. De manera que por el mismo precio, se anticipó la víspera de L a Peregrina con su confusión de fuegos artificiales.

“Grané” mató como pudo al segundo y al tercero.

Al primero lo mató “el Soberano”, quién bailó como “Miss Fuller”, y de haber estado delante de un medio toro no hubiese parado de bailar en lo que quedaba de siglo.

“Luisillo” manejó bien la capa y puso algún par con fortuna.

Los peones aficionados operaron como en “Somorrostro”, en pelota, en guerrilla, atacando a la bayoneta, con una táctica deslumbradora.

Presidió el alcalde, su labor fue acertada.

SEGUNDA CORRIDA

2 de Julio de 1893

Se celebró una corrida organizada por el comercio a beneficio de los pobres.

Se lidiaron cuatro toros de D. Vicente Cuadrillero, de Salamanca, con divisa encarnada.

Espadas: Gabriel López “Mateito” y Cayetano Leal “Pepe Hillo”.

Gabriel López "Mateito"

Gabriel López «Mateito»

Cayetano Leal "Pepe Hillo"

Cayetano Leal «Pepe Hillo»

Banderilleros: Manuel Acosta, Martín Frutos “Ojitos”, Eugenio Guerrero “Zocas”, Cayetano Leal, Eduardo Leal.

Picadores: José Fernández “Largo”, Felipe Gómez “Telillas” y Mariano Ledesma “Morenito”.

Se recibieron seis monturas, atalajes, fruyas y un magnifico juego de arrastre para las mulillas, con motivo de este festejo.

Precios:

Palco con diez entradas 40 Pesetas
Barrera sombra 4      “
Barrera sol 2      “
Contrabarrera sombra 3      “
Contrabarrera sol 1,50 “
Barrera sol y sombra 3       “
Contrabarrera sol y sombra 2       “
Tendido sombra 2       “
Tendido sol 1       “

Vino gente desde distintos puntos de la provincia, y tampoco faltaron vecinos de Orense y Santiago. En el tren extraordinario de Vigo llegaron 20 vagones completos.

A las cinco de la tarde, hora a la que sonó el clarín, la plaza se hallaba totalmente abarrotada. Hubo tal animación que, por aquello del que “si aquí no quepo yo, o aquí no tengo yo sitio”, estallaron de cuando en cuando algunas bofetadas, se promovieron reyertas y aún hubo palos a domicilio y alguna cabeza herida.

La corrida resultó muy animada. Los toros resultaron muy buenos, de linda lámina, sobre todo el primero, fino, arremetedor, aunque no de gran poder.

El primero “Mariposo”, saltó la barrera dos veces, y poco le faltó para saltar en dos ocasiones más. También el último, “Libertino”, tuvo iguales atrevimientos.

“Mateito” estuvo desdichado, sufrió desarmes, achuchones, coladas y le costó despachar a su primero.

En el tercero “Bargante”, hizo una faena deslucida y fatigosa que le valió pitos con profusión.

“Pepe Hillo” fue el héroe de la tarde. Capeó bien, puso banderillas con acierto y estuvo arrojado y trabajador. El segundo toro, “Doncell”, después de una breve faena, cayó de un mete y saca que fue muy aplaudido.

En el último también fue muy ovacionado. Le recetó media estocada muy bien señalada.

Los picadores trabajaron bien, ganándose muchos aplausos. El contratista de caballos salió muy bien parado, pues sobre la arena no quedó ninguna anchoa.

“Ojitos”, estuvo muy bien en las banderillas.

Los chicos se portaron bien en general, a pesar de que el ganado les vino un poco ancho.

Como fin de fiesta se dieron suelta a dos novillos, en puntas, de la misma ganadería, que fueron corridos por los aficionados que gustaron bajar al redondel. Un aficionado luchó por dos veces a brazo partido con uno de los animalitos, fue muy ovacionado. El segundo de los novillos no se dejó correr, saltó la barrera y… ¡Se encontró en la calle! Los sustos, sobresaltos, carreras y desmayos se sucedieron en las cercanías de la Plaza, y en la Alameda. El bicho se fue hacia la ría y tras cruzarla a nado, tomo tierra en Poyo, donde fue capturado.

El servicio de plaza fue muy deficiente, prueba de ello fue que además de producirse el suceso anteriormente citado, uno de los toros se introdujo tranquilamente en el callejón tras tocar con el testuz una de las puertas de barrera.

En fin, los pobres de Pontevedra estuvieron de enhorabuena.

FERIA DE LA PEREGRINA

9, 10 Y 11 DE AGOSTO DE 1893

Una empresa de Córdoba se encargó de organizar las tres corridas de toros.

Matadores: Rafael Bejarano “Torerito”, José Rodríguez “Bebe Chico” (Tío del famoso diestro cordobés muerto en Linares, Manuel Rodríguez “Manolete”).

Rafael Bejarano "Torerito"

Rafael Bejarano «Torerito»

José Rodriguez "Bebe Chico"

José Rodriguez «Bebe Chico»

Cuadrillas:

De “Torerito”:

Picadores: Rafael Roldán “Quilín” y Agustín Molina.

Banderilleros: José Bejarano “Poleo”, Rafael Martínez “Manete” y Antonio Bejarano “Fila”.

Puntillero: Antonio García “Zurdo”.

De “Bebe Chico”:

Picadores: Manuel de la Haba “Zurito” y Ricardo Moreno.

Banderilleros: Francisco Carvajal “Pollo”, francisco González “Patatero” y Luis Raura “Malagueño”. Todos naturales de Córdoba.

Precios:

Palcos con diez entradas 60               Pesetas
Barrera sombra 5,50
Barreras sol 3
Contrabarreras sombra 4,50
Contrabarreras de sol 2,50
Fila de tendido sombra 3
Fila de tendido sol 2
Delantera de andanada sombra 4,50
Delantera de andanada sol 3
Fila de andanada sombra 3
Fila de andanada sol 2,25

PRIMERA CORRIDA

9 de Agosto de 1893

Primer toro: “Judío”.

Negro. De salida se arma una bronca fenomenal porque el alguacilillo abrió el toril sin haber cumplido el requisito oficial, consistente en recoger la llave de manos del Presidente. El bicho tenía buena presencia pero dio muestras a lo largo de la lidia de receloso, socarrón y marrajo. Sobre todo se mostró muy blando.

Arremetió sin demasiada codicia a Juan de los Gallos en cuatro ocasiones. Quilín le picó cuatro veces.

“Manete” cogió los palos y tras una salida en falso, dejó medio par trasero. Pitos. “Bejarano” piso un buen par. Con dos más se cerró el tercio. “Torerito” cogió los trastos y con trabajo, puesto que el animal se arrimó a las tablas del siete, meditando sobre las cosas humanas y renunciando al mundo y sus pompas, se deshizo de su enemigo tras varios pinchazos de una estocada caída y un descabello a pulso. El maestro que vestía de verde y oro no pudo hacer otra cosa con este bicho, que hizo traición a su elevada estirpe y a la alta alcurnia de los que ostentan la honrosa divisa verde negra.

Segundo toro: “Corcito”.

Cárdeno oscuro, bragado, meano, de muy buena planta. Tomó cinco varas con mucho coraje del de “los Gallos” y tres de Quilín”, al que arrojó en una de ellas a la tribuna. El bicho se presta a la faena y los dos matadores lo torean al alimón, suerte que rematan de rodillas. La gente les ovacionó tirándoles sombreros y cigarros. Ponen banderillas los dos espadas, y cierra el tercio “Patatero”. “Bebe Chico”, de plomo y oro, después de un pinchazo, dejó una gran estocada que hizo doblar al animal.

Tercer toro: “Salerito”.

Cárdeno meano, con una cabeza y una cuerna que para sí la quisieran muchos… de sus coetáneos. Hubo bofetadas en el tendido tres, pero donde atizaban de firma era abajo, en el ruedo. Los jinetes anduvieron por los aires y los suelos. Las suertes fueron accidentadas e interesantes y al público que ya venía caliente, se entusiasmos hasta el frenesí. A los dos minutos de haber hecho el toro su debut ya se había ido a la calle toda el arma de la caballería montada. La fiera se creció, atacó en firme, reincidiendo, y poco le faltó para arrojar al tendido como si el público se tratara al carro, al caballo y al caballero. Recibió cinco varas de un picador, de otro una, y de otro cuatro. El bicho pudo haber dado mucho que sentir. “Bebe” se salvó de milagro, pues en un quite se le coló el toro enganchándolo por debajo de la taleguilla, haciéndole asomar la camisa, y lo derribó.

De bruces quedó como incrustado en la arena. “Salerito” lo examinó como para tomarle la medida y hacerle otra ropa. Tiró un derrote sobre el torero y afortunadamente el pitón derecho se clavó en la arena. Paseó el hocico por el espinazo del diestro sin otras consecuencias porque era abierto de cuerna, todos los peones estuvieron al quite, “Torerito” muy oportuno le sacó metiendo la seda. “Salerito” dejó cinco cadáveres en completa defunción y vacíos por ende. Los chicos colgaron cinco pares muy buenos. El bicho llegó con mucho poder al último tercio, pero “Bebe” tras una breve faena dejó dos pinchazos y una estocada al volapié que hicieron polvo a “Salerito”. Ovación.

RESUMEN:

Toros: Excelentes, sobretodo el tercero y cuarto, este superior.

Presidencia: acertada.

SEGUNDA CORRIDA

10 de Agosto de 1893

Cuatro toros de D. José Clemente, de Sevilla, con divisa celeste, morada y blanca.

Menos de media entrada, presidió Cobián Areal.

Primer toro: “Malagueño”

Colorado, bragado, bien armado. Recibió de los de tanda dos picas recargando bastante. El jinete “Ricardo Moreno” sufrió un desagradable percance. Acababa de recibir el bicho una vara de “el Malagueño” cuando se volvió hacia la cabalgadura de Moreno, la cual derribó. El picador cayó debajo del caballo, sin que el auxilio oportuno de los trapos valiese de algo. El bicho pasó por encima del caballo y picador, al que con una pata le arrancó una oreja. Ricardo ensangrentado salió por su pie, aunque ayudado para la enfermería. “Con tal comienzo los aficionados se frotaban las manos”.

Banderillearon, Conejo y Bejarano. El primero estuvo superior. “Torerito” de azul y oro ejecuta una buena faena a base de naturales. Mató de media estocada superior en las mismísimas péndolas. El toro fue arrastrado por caballos y no por mulas, como es habitual, produciéndose una bronca fenomenal al no poder aquellos con el bicho. Compareció en el ruedo un municipal, que llegó allí, pero que no tiró, que es lo que hacía falta.

Segundo toro: “Zapatero”.

Negro zaino, meleno, con una cornamenta respetable, pero de poco poder. Recibió seis varas de “Zurito” y “Molina”. Con los palitroques “Patatero” dejó medio malo, y otro a media vuelta, “Malagueño” hizo lo mismo. El bicho se coló en el callejón.

“Bebe Chico”, de grana y oro, realizó una faena cautelosa, pues el bicho era de cuidado. Mató de una estocada a volapié hasta mojarse los dedos. Oreja.

Tercer toro: “Pajarito”.

Negro mulato, meano. Tardó en salir pero en cuanto lo hizo fue como una bala derecho al callejón del ocho, poniendo en apuros a un peón, pero el mayor susto fue para un municipal, al que enganchó por la espalda sin más consecuencias que la rotura del uniforme, “Dios vela por los municipales como por todas las almas cándidas”. En la suerte de varas menudearon los accidentes y los batacazos. Los jinetes debieron quedar con los huesos como ceniza. El toro enganchó un asta en el armazón de un penco y con trabajo fue librado por “Torerito”. El animal recibió cuatro pares caídos, y fue pasado de muleta con arte por el maestro, quién se tiró con coraje logrando una estocada que necesitó de un descabello.

Cuarto toro: “Lobito”.

Melocotón bragado, meano y corpulento. “Bebe” no llegaba al morro de la res ni puesto en las puntillas de los pies. Un espectador gritó: “¡Vamos, pronto, que venga la escalera!”. Tomó al menos diez varas. El bicho muy generoso, no solo sentó, sino que acostó a los jinetes. Recibió dos pares y dos medios de banderillas. “Bebe” demostró su bravura, procurando humillar al astado. Dos pinchazos, media en hueso y una buena.

TERCERA CORRIDA

11  de Agosto de 1893

Dos toros de D. Eduardo Miura y dos de D. José Clemente.

Entrada regular y mucha animación.

Primer toro: “Zamarrilla” (Miura).

Negro meano, con buenas armas y estampa. Salió buey. No tomó ni una vara. Huyó de caballos, de capotes y hasta de los monos. Ni el fuego pudo intentarse. En medio de una bronca magistral fue devuelto a los corrales.

Segundo toro: “Hurón” (Miura).

Castaño albardao, codicioso y bravo. Tomó nueve puyazos y mató cuatro caballos. “Manete” fue muy aplaudido en banderillas, “Toreritos” hizo una brega excelente que remató con una estocada en lo alto, hasta la bola. Palmas, cigarros, sombreros y la oreja.

Tercer toro: “Chirrino” (Clemente).

Negro zaino, remendao. Recibió siete puyazos. Le adornan “Torerito” y “Bejarano”, el primero empuña los trastos y deja media algo contraria. Aplausos.

Cuarto toro: “Canario” (Clemente).

Berrendo en negro, capirote, botinero. Lo picaron como pudieron. En la suerte de banderillas uno de los chicos hubo de quedarse en los cuernos después de trompicar y no por temeridad, sino por temor. “Bebe” de verde botella y oro, dio unos cuantos pases sin aliciente, uno ayudado superior y después de humillar al toro dejó dos pinchazos y una media en su sitio. Aplausos y puros.

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