El torero

 

Partes traje de luces

1.-Montera

Fue introducida a la indumentaria taurina en 1835 por el torero Francisco Montes «Paquiro», quien realizó diversas modificaciones al traje de luces.La montera está habitualmente hecha de astracán con una cubierta interior de terciopelo. 

Montera

Montera

 

2.-Chaquetilla

Verdaderas obras de arte, adornadas con alamares. De las hombreras cuelgan unas borlas llamadas machos. Es muy rígida, lo que la hace incómoda, hasta el punto de que las mangas están abiertas por las axilas para permitir el movimiento de los brazos.

Chaquetilla

Chaquetilla

 

Alamares

Alamares

3.- Taleguilla

Sujeta con tirantes y muy ceñida, va de la cintura hasta la rodilla. En la parte inferior se ajusta con machos. La faja que se le añade es sólo un elemento estético.

 

Taleguilla

Taleguilla

4.- Medias

Generalmente de color rosa, suelen llevar debajo otras blancas.

Medias

Medias

5.- Zapatillas

Llevan un lazo encima y son de color negro. No llevan tacón y tienen una suela especial para evitar los resbalones.

 

Zapatillas

Zapatillas

6.- Machos

Las borlas con las que se ajusta la taleguilla. De aquí viene la frase «ajustarse los machos».

 

Machos

Machos

7.- Capote de paseo

Con la forma del capote, pero algo más pequeño, suele ser la pieza más lujosa del vestuario del torero. Es bastante difícil de colocar. Suele estar ornamentado con distintos motivos que pueden incluir imágenes religiosas de las que es devoto el torero.

Capote paseo

Capote paseo

Capote paseo

8.- Camisa

De color blanco. Por delante está adornada con encajes.

Camisa

Camisa

9.- Corbatín

De color negro, suele ser una cinta muy fina anudada como una corbata.

Corbatin

Corbatín

10.- Coleta

Una antigua moda del siglo XVII que persiste, aunque hoy en día se utilizan postizos

 

Coleta

Coleta

HISTORIA DE LA TAUROMAQUIA

Año 1.799 Pedro Romero.

Este diestro acaba su carrera como matador demostrando destreza y facultades poco comunes, demostrándolo al no ser herido nunca en la lidia de sus más de 5.000 toros. Tenemos que tener en cuenta que la lidia por aquel entonces se ejecuta de cualquier manera ya que no existen normas de ningún tipo y el toreo no pasaba de ser una lucha más o menos lucida con el toro para darle muerte.

 

Pedro Romero

 

Antes de 1.805 José Delgado “Pepe-Hillo”.

Este diestro dicta su tauromaquia y según ella, siguieron desarrollándose las corridas durante un periodo en el que no destaca ningún diestro en especial.

El monarca Fernando VII funda la Real Escuela de Tauromaquia de Sevilla nombrando director al viejo maestro retirado Pedro Romero de la que salieron como alumnos aventajados:

 

Pepe-Hillo

 

Francisco Montes “Paquiro”.

A “Paquiro” se le debe la ordenación de la lidia tal y como la conocemos hoy e, incluso, la primera normativa del espectáculo, entrando en los más mínimos detalles. En 1.847 un político malagueño, Melchor Ordoñez, legisló formalmente la primera reglamentación taurina que se conoce como tal.

 

Francisco Montes «Paquiro»

 

Mediados del Siglo XIX.

“El Chiclanero”, que es protegido y paisano de “Paquiro” y apoyado por Pedro Romero empieza a competir con “Cúchares”.

La muerte y enfermedad prematura de “Chiclanero” trae la decadencia a las plazas y se da paso a una serie de toreros mediocres: “Pepete”, “El Tato”, “Desperdicios” y Cayetano Sanz pero que sirven de nexo de unión con otro diestro destacado, “El Gordito”.

 

«El Chiclanero»

Francisco Arjona «Cúchares»

Antonio Sanchez «El Tato»

Manuel Dominguez «Desperdicios»

Antonio Carmona «El Gordito»

Pasamos a la primera pareja de grandes figuras del toreo: el Cordobés “Lagartijo” y el granadino “Frascuelo”.

“Lagartijo” un diestro con un elegante sentido de la profesión, largo tiempo sin percances, su retirada es tarde  y en total decadencia.

“Frascuelo” por el contrario tiene un valor temerario que enardece a las masas por lo que sufre más de treinta cornadas y se retira de la misma forma que el anterior.

 

Rafael Molina»Lagartijo»

Salvador Sanchez Povedano «Frascuelo»

 

Finales del Siglo XIX.

Rafael Guerra “Guerrita”. Banderillero de “Frascuelo” y después de tomar la alternativa se convierte en uno de los  matadores más poderosos de todos los tiempos, su reinado es muy longevo y pleno tanto que llega a cansar a los aficionados y abrumado por las protestas del público se retira en 1.899.

educación, políglota y político, llegó a ser Gobernador Civil.

“El Espartero”. Diestro de los más valientes de la historia, el primero que intentó quedarse quieto con los toros, muere en Madrid de una cornada de un Miura en 1.894.

La retirada del “Guerrita” trae la crisis a las plazas y ni la pareja brillante del Sevillano “Bombita” y el Cordobés “Machaquito” logran que el público vuelva a las plazas.

 

Rafael Guerra «Guerrita»

Manuel García «El Espartero»

Ricardo Torres «Bombita»

Rafael Gonzalez «Machaquito»

 

Principios del Siglo XX.

De entre los espadas que en esta época conviven, Vicente Pastor, “El Papa Negro”, “Cocherito de Bilbao” hay uno que será testigo cercano de lo que se dio en llamar la “Edad de Oro”, su nombre es Rafael Gómez “El Gallo”.

 

Vicente Pastor

Manuel Mejias Rapela Bienvenida «Papa negro»

 

Esta edad de oro la representan dos toreros Sevillanos realmente históricos como son:

“Edad de oro”

José Gómez Ortega “Joselito”. Hermano menor de “El Gallo” y perteneciente a la línea de los toreros poderosos fundada por “Guerrita”. Precoz y larguísimo, dominador de todas las suertes y capaz hasta grados increíbles frente a toda clase de toros. Podría haber reinado en solitario de no haber sido coetáneo de quién habría de ser su pareja y principal competidor, Juan Belmonte, el diestro más trascendente de toda la historia del toreo gracias a su revolución.

Antes de la llegada de Belmonte el toreo consistía en esquivar las acometidas del toro sobre las piernas, con más o menos valor, con mayor o menor habilidad y arte, la despasociosidad en la realización de las suertes, por lo que fue y será considerado como el fundador del toreo moderno.

 

Juan Belmonte

José Ortega Gómez «Joselito»

Joselito (Izquierda) y Belmonte. Murcia.1.920

 

La prematura muerte de “Joselito” (1.920) deja solo a Belmonte, que entristecido, no tarda en retirarse.

Con Belmonte siguen toreando “El Gallo”, Rodolfo Gaona, y llega la “Edad de Plata”.

 

Rafael Gómez «El Gallo»

 

Rodolfo Gaona «El califa de León»

 

“Edad de plata”

Algunos mueren en los ruedos como Manuel Granero (1.922) muy jóvenes, el valiente y polifacético Ignacio Sánchez Mejías, que muere en su última reaparición. Otros permanecen durante muchos años como el poderoso y fácil Manuel Lalanda, los demás suben y bajan según su ánimo factor común de los toreros artísticos, entre ellos “Chicuelo”, “El niño de la Palma “y Antonio Márquez y sobre ellos por su hiperestilismo el gitano “Cagancho”.

Los toreros más sobresalientes en esta edad plateada fueron Manolo “Bienvenida” y el Toledano Domingo Ortega, Pepín Martín Vázquez que dura un suspiro pero al morir prematuramente de una enfermedad queda Ortega como primera figura y diestro realmente extraordinario, poderosísimo con la muleta y solemne con el capote, es distinguido por el temple y la suavidad con la que domina y torea.

Manuel Granero y Valls

Ignacio Sanchez Mejias

Manuel Jimenez Moreno «Chicuelo»

Cayetano Ordoñez «El niño de la Palma»

Antonio Márquez

Joaquín Rodriguez Cagancho

Manolo Bienvenida

Domingo Ortega

Pepín Martín Vazquez

 

Llega la guerra civil (1.936) y estos maestros interrumpen forzosamente su profesión, una vez reanudada en Abril del 1.939 se topan con otro de los diestros más grande de todos los tiempos:

Manuel Rodríguez “Manolete”. Arrasa a todos y reina en solitario como “Guerrita” y además revoluciona el toreo. Da un paso más en lo que supuso la revolución Belmontina, realizando a casi todos los toros con los que se enfrenta, una faena personal, exacta, estoica, templada, ceñida y ligadísima que clausura con una estocada volcándose sin máculas. Su estricto sentido de la responsabilidad, su entrega permanente y su amor propio le llevan a la cúspide más alta del toreo, pero también a la muerte (Linares, Agosto de 1.947) al entrar a matar a un Miura.

 

Manuel Laureano Rodríguez Sánchez «Manolete»

 

Los no pocos detractores de Manolete se pusieron de parte de otro diestro extraordinario y de maneras exquisitas clásicas, Pepe Luis Vázquez Garcés “Pepe Luis”. Torero paradigmático para muchos puristas que sede entonces, hicieron tópico para cuantos siguieron fieles a esta misma línea.

 

Pepe Luis Vazquez «Pepe Luis»

 

El matador que más compitió directamente con Manolete fue un Mexicano, Carlos Arruza, diestro atlético que lo basó todo en sus facultades y su valeroso entusiasmo.

 

Carlos Arruza

 

Tras la muerte de Manolete además de los nombrados surgen una generación importante de diestros y todos diferentes, se sigue con la lidia del toro de la postguerra (un toro de tres a cuatro años), lo que permite que el toreo se perfeccione cada vez más.

De aquella época es Bienvenida, torero muy querido en Madrid a pesar de ser irregular en sus lecciones de maestría y clasicismo, muere volteado por una becerra cuando ya estaba retirado.

Finales de los 40 y principios de los 50, en esta época destacan haciendo pareja Julio Aparicio, extraordinariamente clásico, y Miguel Báez “Litri”, enrazadamente heterodoxo, Manolo González, alegre y artista y sobre todos ellos Luis Miguel Dominguín en la más pura línea Guerrista se hizo dueño y señor.

Pero nada más iniciada la década de los 50 irrumpe en la fiesta Antonio Ordoñez, tercer hijo de la dinastía creada por “el Niño de la Palma”, con su porte y cualidades excepcionales se convierte en otro de los grandes.

 

Julio Aparicio Martínez (derecha) y Litri

Miguel Baez Espuny «El Litri»

Manolo González

Luis Miguel Dominguín

Cayetano Ordoñez «El niño de la Palma»

 

“Edad de platino”

Esta época de Ordoñez (1.951-1.971) resulta uno de los periodos más prolíferos y brillantes de la historia y se podría identificar como la edad de platino ya que resulta una explosión de toreros y de estilos y queda desterrada la crisis.

En los 60 surgen tres de los más importantes, Diego Puerta, alegre, pinturero y un cráter volcánico, Paco Camino, sabio entre los sabios y Santiago Martín “el Viti”, con un tereo acabado y redondo.

 

Diego Puerta

Paco Camino

Santiago Martín «El Viti»

 

Tras estos tres y en una segunda fila también Curro Romero, el cual permanece en los ruedos más años que nadie (1.954-2.000) gracias al recuerdo imborrable de su toreo, un caso de excepcional carisma en la historia del toreo. También están por méritos propios Rafael Ortega, uno de los mejores y más clásicos, Antonio Chenel “Antoñete”, ejemplar en el manejo de la muleta más honda, Antonio Borrero “Chamaco”, ética y estética del valor más limpio, Juan Posada, fibra hecha sentimiento, Victoriano Valencia, Miguel Mateo “Miguelín”, largo y atleta, Fermín Murillo, Gregorio Sánchez, Manolo Vázquez, “Mondeño”, Jaime Ostos,Rafael de Paula con su Verónica, Cesar Girón, jamás coexistieron tantos y tan buenos toreros durante un periodo tan corto de tiempo.

 

Curro Romero

Rafael Ortega

Antonio Chenel «Antoñete»

Antonio Borrero «Chamaco»

Victoriano Valencia

Miguel Mateo «Miguelín»

Fermín Murillo

Gregorio Sanchez

Manolo Vazquez Garcés

Jaime Ostos

Rafael de Paula

Cesar Girón

Iniciada la década de los 60 surge Manuel Benítez “el Cordobés”, el tercer revolucionario del toreo y el más polémico, negado por los puristas y cuanto más negado se reafirma con más fuerza.

 

Manuel Benitez «El Cordobés»

 

Retirados Ordoñez y “el Cordobés”, la fiesta vuelve a entrar en crisis, el toro de lidia sufre un cambio con un año más y 100 kilos más de peso y gana presencia pero pierde movilidad siendo más fácil el lucimiento de los toreros, por lo que surgen nuevos maestros que cambian la técnica para conseguir el triunfo.

En estos años cuajan Ángel Teruel, Sebastián “Palomo Linares”, “Paquirri”, Francisco Ruiz Miguel, Antonio José Galán, Dámaso González, José María Manzanares, José Luis Galloso, Julio Robles, “Niño de la Capea”, José Ortega Cano, Roberto Domínguez, José Antonio y Tomás Campuzano.

 

Angel Teruel

Sebastian «Palomo Linares»

Francisco Rivera «Paquirri»

Francisco Ruiz Miguel

Antonio José Galan

Dámaso Gonzalez

Jose María Manzanares

Jose Luis Galloso

Julio Robles

Pedro Gutierrez Moya «El Niño de la Capea»

José Ortega Cano

Roberto Dominguez

José Antonio Campuzano

Tomás Campuzano

 

De todos ellos el que logra auparse a lo más alto es Francisco Rivera “Paquirri”, de la línea “guerrita”, “Joselito” y Dominguín, valiente y poderoso que se mantuvo arriba durante los últimos años de la década de los 60 y primeros de los 80.

Le sigue en el mando después de la muerte de “Paquirri” el diestro Paco Ojeda y siguiéndole en el mandato Juan Antonio Ruiz “Espartaco” durante los 80 junto con Enrique Ponce durante los 90 compitiendo entre ellos y con sus coetáneos, unos retirados ya y otros aún en activo como José Miguel Arroyo “Joselito”, José Tomás y Julián López “el Juli”, que serán los lleven las riendas del reinado, como en la actualidad las lleva José Tomás,Morante de la puebla, Sebastián Castella, el Cid, Vicente Barrera y un sin fin de figuras que a lo seguro surgirán de aquí en adelante.

Paco Ojeda

Juan Antonio Ruiz «Espartaco»

Jose Miguel Arroyo «Joselito»

José Tomás

Julian López «El juli»

José Antonio Morante Camacho «Morante de la Puebla»

Sebastian Castella

Manuel Jesús Cid «El Cid»

Vicente Barrera

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