Ovaciones
Plaza de toros de Pontevedra. 12 de agosto de 2012. 4ª y última de feria. Media entrada.
Dos toros de San Mateo reglamentariamente despuntados para rejones y cuatro de Victorino Martín, de muy desigual juego y presentación.
Diego Ventura. Rejón de muerte y descabello. Oreja Rejón. Dos orejas.
Iván Fandiño. Estocada desprendida. Oreja 2 pinchazos, intento y descabello. Saludos Estocada desprendida. Oreja Pinchazo y media estocada. Saludos.
Actuó como sobresaliente Álvaro de la Calle que no se lució en su único quite ofrecido.
Dos veces dos acudió el tercero al caballo y eso es noticia por estos lares y lo fue ayer por novedad en la corrida, gran ovación al picador. Comenzó Iván Fandiño su faena con la derecha y muy buenas fueron las tandas, largas, profundas. Ya con la zurda tuvo que ir mejorando el trasteo porque incomprensiblemente perdía pasos pero fue metiendo a Estupendo en la canasta. Y vimos en Pontevedra citar de frente, como hacen los toreros. No así las manoletinas finales, al hilo. Lo mejor de la tarde, un gran torero ante un estupendo toro.
En el anterior, noble y repetidor, debió cogerlo más adelante para embarcarlo y lucirlo ya que acudía raudo a los cites. Sí lo hizo en el siguiente, de todo se aprende.
Un quite por delantales que no entran en ninguna cocina que se precie prologó una faena con excesivas precauciones dado el peligro sordo que traía el Victorino. Se desmonteraron en banderillas “Jarocho” y “Llaverito”. Faltó acople en esta lidia y vimos a un Iván descargado y perdiendo muchos pasos, fuera de sitio.
Para terminar, el toro más en el tipo de la famosa ganadería. Aunque lo probó al natural en una única tanda, toda el trasteo fue en redondo y echar en falta si acaso que no corriera un poco más la mano, demasiados enganchones ante otro toro nada fácil y que hacía último de la tarde y de la feria. Ya no llegó al público. Abrochó con unas atropelladas bernadinas.
Fue mejor el primero de la tarde que el cuarto, escaso de fuerzas, que incluso se echó durante el rejoneo y amagó con hacerlo un par de veces más como mínimo. También ayudó a ello el que Ventura abusara de los adornos, saltos y cabriolas fuera de la cara para alegrar a un público que siempre estuvo con él. Toreo más serio en su primero y más juerguista y espectacular en el segundo donde si ya aparecieron los quiebros y más acertado estuvo a la hora de clavar, tanto en ejecución como en colocación. Destacó en banderillas a lomos de Nazarí.
Fueron aplaudidos todos los toros en el arrastre y todos los picadores a su salida, así como otras muchas, muchas facetas de la lidia. Desconocemos el porqué de tanto cariño derrochado en la tarde así como el motivo que llevó a que todos los toros, incluso los que se caían o no dieron buen juego, se fueran con ovaciones.
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