Posted On 09/08/2011 By In PEREGRINA 2011 With 2374 Views

Se venden crucetas

Pontevedra, 7 de agosto de 2.011. Segunda de feria, casi lleno.

Enrique Ponce: Media estocada desprendida y atravesada. Oreja

Estocada desprendida y rueda de peones. 2 orejas

Sebastián Castella: Estocada. Oreja

Estocada baja delantera, 4 intentos, aviso y descabello. Silencio

José María Manzanares: Sendos estoconazos y 4 orejas.

Torrealta: Parejos en hechuras y peso, buenos y cómodos para la lidia excepto el 2º; regular el primero y un sexto incómodo, cabeceador y parándose.

Ponce no está ni se le espera,… pero se le quiere. Sólo basándose en ese cariño, respeto y recuerdo de pasados triunfos se explican las tres orejas que ayer paseó tras sendas faenas sin gracia ni sustancia pero con recursos fáciles para enganchar con el público que le adora. El primero toro algo ya suponía y demoró su salida todo cuanto pudo para al fin hacerlo marcha atrás, le esperaba un trasteo despegado, perfilado y aburrido. Mejor estuvo en el cuarto donde prodigó un concierto de muletazos y trapazos que dieron la sensación de ir todos unidos sin separación de tandas.

Mientras esperaba turno en el que abrió plaza, debió pensar Castella aquello de ¡Qué buen vasallo si tuviera buen señor!, porque su toro en suerte fue el peor del encierro, soso y parado sin dar oportunidad al juego y lucimiento en un trasteo basado en la izquierda, su mejor pitón. No hay quinto malo y eso que también salió al revés. Al igual que el primero fue picado corriendo en paralelo al hilo de las tablas. Recibió un espléndido quite por chicuelinas del francés para luego comenzar el tercio final con estatuarios, tres tandas por la derecha, una al natural y otra vez el cambio de mano pero el toro dijo “hasta aquí hemos llegado”. Toreo del bueno pero la espada a veces viaja donde quiere y no donde apunta el matador.

Y salió Manzanares. Manzanares y cía., porque vaya equipo forman. Recibe a su oponente con delantales de susto, ajustadísimos. Único y gran puyazo de Barroso (aplaudido en su salida) y quite por chicuelinas con susto otra vez de tan ceñidas que pasaron. Se desmonteran los de a pie y en especial Trujillo ¡qué dos pares! Lo bueno si breve… así que tanda de redondos caros, una por naturales para probar, dos más con la derecha y unos molinetes para firmar y calentar de paso al respetable. En la vuelta al ruedo, el torero repartió tres puros que le regalaron, a sus subalternos, se lo merecían.

No fue bueno el último al que recibió con dos largas cambiadas de rodillas. En muleta dejó ver con ostentosos gestos con el brazo su gran enfado con el morlaco. Cuatro tandas cambiándole continuamente los terrenos pero en esta última ya fue exagerado el cabeceo y quedarse corto en cada pase. La izquierda y Argentino parado. Otra más con la diestra para justificar y acabar el trasteo. Como al anterior, estoconazo que pasaporta al toro sin tiempo de despedirse.

Ovación para Castella en la despedida y sus compañeros en volandas. De agradecer es la simpatía y cariño para con la afición derrochados por el alicantino, estaba exultante. El resultado no fue justo, ese 4-3 no explicaba lo sucedido en el encuentro. Ponce lo sabía, yo creo.

Si conoce a alguien que quiera ser torero, para sus herramientas y porque no los necesita, sé de un Maestro que vende estoques de descabello.

Finito de Teis

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